domingo, 30 de octubre de 2011

Domingo 31 del Tiempo Ordinario Ciclo "A" - 30 de Octubre de 2011 -

1ª Lectura (Mal 1, 14-2, 2.8-10)

Lectura del libro del profeta Malaquías
"Yo soy el rey soberano, dice el Señor de los Ejércitos; mi nombre es temible entre las naciones. Ahora les voy a dar a ustedes, sacerdotes, estas advertencias: Si no me escuchan y si no se proponen de corazón dar gloria a mi nombre, Yo mandaré contra ustedes la maldición". Esto dice el Señor de los Ejércitos: "Ustedes se han apartado del camino, han hecho tropezar a muchos en la ley; han anulado la alianza que hice con la tribu sacerdotal de Leví. Por eso Yo los hago despreciables y viles ante todo el pueblo, pues no han seguido mi camino y han aplicado la ley con parcialidad". ¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos traicionamos como hermanos, profanando así la alianza de nuestros padres?. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (Sal 130)

R. Señor, consérvame en tu paz.
L. Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos soberbios; grandezas que superen mis alcances no pretendo. /R.
L. Estoy, Señor, por lo contrario, tranquilo y en silencio, como niño recién amamantado en los brazos maternos. /R.
L. Que igual en el Señor esperen los hijos de Israel, ahora y siempre. /R.

2ª Lectura (1Ts 2, 7b-9.13)


Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses
Hermanos: Cuando estuvimos entre ustedes, los tratamos con la misma ternura con la que una madre estrecha en su regazo a sus pequeños. Tan grande es nuestro afecto por ustedes, que hubiéramos querido entregarles, no solamente el Evangelio de Dios, sino también nuestra propia vida, porque han llegado a sernos sumamente queridos. Sin duda, hermanos, ustedes se acuerdan de nuestros esfuerzos y fatigas, pues, trabajando de día y de noche, a fin de no ser una carga para nadie, les hemos predicado el Evangelio de Dios. Ahora damos gracias a Dios continuamente, porque al recibir ustedes la palabra que les hemos predicado, la aceptaron, no como palabra humana, sino como lo que realmente es: palabra de Dios, que sigue actuando en ustedes, los creyentes. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Mateo 23, 9-10)

R. Aleluya, aleluya.- Su maestro es uno solo, Cristo, y su Padre es uno solo, el del Cielo, dice el Señor. R. Aleluya.

Evangelio (Mt 23, 1-12)

Lectura del santo Evangelio según san Mateo
A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos: "En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame ‘maestro’. Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen 'maestro', porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen ‘padre', porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar 'guías', porque el ‘guía' de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido". Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


http://homilia.org/lecturas.htm

El Mensaje del Domingo, por Gabriel Jaime Pérez, S.J., XXI Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A – Octubre 30 de 2011

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: hagan y cumplan lo que les digan; pero no hagan lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero no están dispuestos mover un dedo para empujar.

Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que los llamen maestros. Ustedes, en cambio, no se dejen llamar ‘maestro’, porque uno solo es su maestro, y todos ustedes son hermanos. Y no llamen ‘padre’ a nadie en la tierra, porque uno solo es el Padre de ustedes, el del cielo. No se dejen llamar ‘consejero’, porque uno solo es su consejero, Cristo. El primero entre ustedes será el servidor de ustedes. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.» (Mateo 23, 1-12).

 + 1.- En la cátedra de Moisés se sentaron los maestros de la Ley y fariseos

Jesús y los primeros cristianos experimentaron una fuerte oposición por parte de los jefes religiosos del judaísmo. Entre estos jefes estaban los saduceos, pertenecientes a la casta sacerdotal, descendientes de la tribu de Leví -uno de los doce hijos de Jacob  (siglo 18 a. C.)-. Derivaban su nombre de Sadoc, un antiguo sacerdote de la época del Salomón (siglo 10 a.C.). Se jactaban de su casta, despreciaban a la gente del pueblo y explotaban a los pobres comerciando con la religión. Ya el profeta Malaquías (siglo 5 a.C.), como dice la primera lectura (Malaquías 1, 14b-2,2b.8-10), dirigiéndose a los sacerdotes del templo recién reconstruido después del regreso de Babilonia, les había transmitido un reproche de parte de Dios por no cumplir debidamente su misión: “Ustedes se han apartado del camino, han hecho tropezar a muchos, han invalidado mi alianza…”

También figuraban entre los jefes religiosos los llamados fariseos, término que significa “separados” -es decir, incontaminados-, cuyos principales representantes eran los escribas, maestros o doctores que enseñaban en las sinagogas, lugares destinados a la instrucción de los judíos en las Sagradas Escrituras. Se consideraban merecedores de alabanza y de la recompensa divina por practicar la Ley o “Torá” que había promulgado Moisés en el siglo XII a. C., y un sinnúmero de prescripciones que hacían derivar de ella. A ellos se refiere Jesús en el Evangelio, señalando su hipocresía (no hacen lo que dicen, predican y no aplican), su intransigencia legalista (imponen cargas insoportables a los demás) y su soberbia (todo lo hacen para que los vea la gente: alargan sus filacterias -pequeños rollos de pergamino que simbolizaban la “Torá”-…; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias… y que la gente los llame “maestro”).

 + 2.- No se dejen llamar “maestro”

Jesús también era llamado rabí (maestro) por sus discípulos. Sin embargo, nunca aparece en los Evangelios exigiendo que se le llame así. Sólo una vez aparece refiriéndose a este título, pero precisamente cuando acaba de lavarles los pies a sus discípulos inmediatamente antes de la última cena, para explicarles el sentido de lo que acaba de hacer, con una actitud diametralmente distinta de la farisaica: “Ustedes me llaman Maestro y Señor; y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Les he dado ejemplo, para que como yo he actuado,  también ustedes actúen” (Juan 13, 13-15).

Frente a la pretensión de los fariseos que se preciaban de su título de maestros, Jesús aparece en los Evangelios llamándose a sí mismo hijo del hombre. Y aunque los estudiosos de la Biblia relacionan este apelativo con un texto del profeta Daniel (en las nubes del cielo venía como un hijo de hombre (…); le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran” -Dn 7, 13-14-), también podemos ver en él una muestra de la disposición de Jesús a ser tratado como un  ser humano, sin pretensiones engreídas de superioridad. Este es precisamente el núcleo de la enseñanza que nos trae el Evangelio. No se trata de aplicar a la letra lo que dice como si tuviésemos que abolir todos los títulos y apelativos, pero sí de no basar en ellos el reconocimiento de las personas.

 + 3.- El más grande se hará el servidor de ustedes… El que se humilla será enaltecido…

Jesús dice en otros pasajes evangélicos que Él actúa “como el que sirve” y que “el hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir”. El verdadero valor de lo que hacemos no está en los títulos, sino en la actitud constructiva de servicio. El valor de una profesión, por ejemplo, no está en el diploma que se enmarca visiblemente en una pared, sino en orientar el saber adquirido hacia el bien de los demás, sin buscar ser aplaudidos y alabados, sino ante todo la mayor gloria de Dios, que es el bien de todas sus criaturas.

Lo que dice Pablo en la segunda lectura (Tesalonicenses 2, 7b-9.13) contrasta con la actitud de los fariseos criticados por Jesús. Pablo mismo había sido fariseo antes de su conversión, y ahora invita a los primeros cristianos de la ciudad griega de Tesalónica a tener presente la actitud de servicio con la cual él y sus colaboradores los habían tratado, sin imponerles cargas insoportables: “Recuerden, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas; trabajando día y noche para no ser gravosos a nadie…”. Así debemos proceder especialmente quienes tenemos la misión de educar: padres y madres de familia, profesores y profesoras en las instituciones educativas, ministros o servidores de la Iglesia.

“El que se humilla será enaltecido”, termina diciendo Jesús en el Evangelio. Esta sentencia se ha realizado ante todo en Él mismo, quien, como dice Pablo en otra carta (Filipenses 2, 6-11), “no estimó el ser igual a Dios como algo a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo…; y en la condición de hombre se humilló a sí mismo…; por lo cual Dios también lo exaltó y le dio un nombre que es sobre todo nombre”. Pidámosle pues al Señor que nos conceda la virtud de la humildad y la consecuente disposición de servicio a los demás, con preferencia por los más necesitados.-


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domingo, 23 de octubre de 2011

Domingo 30 del Tiempo Ordinario Ciclo "A" - 23 de Octubre de 2011 -

1ª Lectura (Ex 22, 20-26)

Lectura del libro del Éxodo
Esto dice el Señor a su pueblo: "No hagas sufrir ni oprimas al extranjero porque ustedes fueron extranjeros en Egipto. No explotes a las viudas ni a los huérfanos, porque si los explotas y ellos claman a mi, ciertamente oiré Yo su clamor; mi ira se encenderá, te mataré a espada, tus mujeres quedaran viudas y tus hijos, huérfanos. Cuando prestes dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portes con él como usurero, cargándole intereses. Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, devuélveselo antes de que se ponga el sol, porque no tiene otra cosa con que cubrirse; su manto es su único cobertor y si no se lo devuelves, ¿cómo va a dormir? Cuando é1 clame a mi, Yo lo escucharé, porque soy misericordioso". Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (17)

R. Tú, Señor, eres mi refugio.
L. Yo te amo, Señor, Tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y me libera. /R.
L. Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo. Cuando invoqué al Señor de mi esperanza, al punto me libró de mi enemigo. /R.
L. Bendito seas, Señor, que me proteges; que Tú, mi salvador, seas bendecido. Tú concediste al rey grandes victorias y mostraste tu amor a tu elegido. /R.

2ª Lectura (1Ts 1, 5-10)

Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses
Hermanos: Bien saben cómo hemos actuado entre ustedes para su bien. Ustedes, por su parte, se hicieron imitadores nuestros y del Señor, pues en medio de muchas tribulaciones y con la alegría que da el Espíritu Santo, han aceptado la palabra de Dios en tal forma, que han llegado a ser ejemplo para todos los creyentes de Macedonia y Acaya, porque de ustedes partió y se ha difundido la palabra del Señor; y su fe en Dios ha llegado a ser conocida, no só1o en Macedonia y Acaya, sino en todas partes, de tal manera, que nosotros ya no teníamos necesidad de decir nada. Porque ellos mismos cuentan de qué manera tan favorable nos acogieron ustedes y cómo, abandonando los ídolos, se convirtieron al Dios vivo y verdadero para servirlo, esperando que venga desde el cielo su Hijo, Jesús, a quien E1 resucitó de entre los muertos y es quien nos libra del castigo venidero. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Jn 14, 23)

R. Aleluya, aleluya.-
El que me ama cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y haremos en él nuestra morada, dice el Señor. R. Aleluya.

Evangelio (Mt 22, 34-40)

Lectura del santo Evangelio según san Mateo
A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los saduceos, se acercaron a El. Uno de ellos, que era Doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley? Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primero de los mandamientos, y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la Ley y los profetas. Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


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Pistas para la Homilía, por Jorge Humberto Peláez S.J., TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XXX A (23-ocubre-2011)

 + 1. Lecturas:
  - a. Éxodo 22, 20-26
  - b. I Carta de san Pablo a los Tesalonicenses 1, 5c-10
  - c. Mateo 22, 34-40

 + 2. Los invito a que centremos nuestra meditación dominical en las palabras del libro del Éxodo, que son particularmente impactantes. Esta primera lectura nos da una importante lección sobre la justicia, como elemento central de las relaciones sociales, y nos permite ir más lejos en el complejo campo de la ética de las relaciones profesionales y comerciales.

 + 3. “El Señor dice a su pueblo: No explotes a las viudas ni a los huérfanos, porque si los explotas y ellos claman a mí, ciertamente oiré su clamor; mi ira se encenderá, te mataré a espada, tus mujeres quedarán viudas y tus hijos, huérfanos”. Palabras fuertes que comunican el mensaje de que Dios asume el papel de abogado defensor de las víctimas.

 + 4. La situación de explotación, descrita crudamente por el autor sagrado, parece tomada de un noticiero de la TV; a través de los medios de comunicación hemos podido acercarnos al drama de los desplazados, que han tenido que abandonar sus tierras y cultivos para poder salvar sus vidas. El país está tomando conciencia de la magnitud del problema; han tenido que vender sus propiedades a precios irrisorios por necesidad o cediendo a las amenazas; el testaferrato ha sido la figura más utilizada; y se han falsificado las escrituras con la complicidad de notarios corruptos. Las mejores tierras de Colombia se han concentrado en manos de los paramilitares, narcotraficantes, comandantes guerrilleros y políticos inescrupulosos.

 + 5.
El Gobierno ha asumido el reto descomunal de devolver estas tierras a los que fueron despojados de sus legítimos derechos. Hay que reconocer que hay muchos intereses en juego que conspiran para que fracase esta Ley de la devolución de tierras.

 + 6. Esta primera lectura nos invita a reflexionar sobre la justicia que debe regular las relaciones sociales, las cuales se ven afectadas porque el poder de las armas y de la intimidación impone su voluntad a los débiles, tipificados en este caso por las viudas y los huérfanos.

 + 7. Los invito a que vayamos más allá de la letra de este texto y reflexionemos, en un contexto más amplio, sobre las relaciones profesionales y comerciales:
  - a. El libro del Éxodo nos dice que hay que evitar los atropellos; la posición de fuerza de una de las partes no puede imponer condiciones desproporcionadas y agobiantes; la necesidad no debe ser aprovechada para imponer unos precios a todas luces injustos.
  - b. Pero no podemos quedarnos en este escenario obvio, de las injusticias y atropellos manifiestos.
  - c. Hay otros comportamientos, bastante frecuentes en el mundo de los negocios, que conducen a querer sacar el máximo provecho, cobrando precios exagerados por un producto o servicio. Hablando con pragmatismo, ¿será esta la mejor estrategia? ¿El exceso de ambición no mata la gallina de los huevos de oro?
  - d. Todos hemos vivido la desagradable experiencia de “sentirnos tumbados” por un cobro excesivo; y hemos prometido no volver a un determinado restaurante o no consultar en el futuro a X profesional o no llevar el automóvil a un taller particular. Con rabia repetimos ¡allí me tumbaron!

 + 8. Superemos la mentalidad ventajosa de que querer siempre pagar lo menos posible y cobrar lo máximo… Construyamos unas relaciones profesionales y comerciales basadas en la satisfacción de las partes implicadas, que generen confianza y permitan establecer vínculos a largo plazo.

 + 9. Un profesional será exitoso en la medida en que vaya conquistando una clientela en razón de la calidad de sus servicios, la amabilidad en el trato, la prontitud en la atención y la ponderación de las tarifas. Lo mismo se puede afirmar de las relaciones entre los clientes y las empresas.

 + 10. El éxito de las personas y de las empresas se va construyendo en el tiempo; es el resultado de un esfuerzo continuo; y lo que se construye pacientemente a lo largo de los años, se puede derrumbar en pocos días por pérdida de confianza.

 + 11. En síntesis, esta primera lectura, tomada del libro del Éxodo, nos aporta elementos muy significativos sobre el principio básico de las relaciones sociales, que es la justicia. La posición de fuerza no debe conducir a la imposición de unas reglas de juego injustas o a unas condiciones onerosas. Pero no debemos contentarnos con cumplir los mínimos de la justicia. Si queremos construir unas relaciones de confianza que resistan el paso del tiempo, hay que generar confianza. Y la confianza es el resultado de la satisfacción mutua de las partes que interactúan en unas relaciones profesionales o comerciales. Los ventajosos no se consolidan en el tiempo; busquemos, más bien, la lógica del gana – gana.


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domingo, 16 de octubre de 2011

Domingo 29 del Tiempo Ordinario Ciclo "A" - 16 de Octubre de 2011 -

1ª Lectura (Is 45, 1.4-6)

Lectura del libro del profeta Isaías
Así habló el Señor a Ciro, su ungido, a quien ha tomado de la mano para someter ante é1 a las naciones y desbaratar la potencia de los reyes, para abrir ante él los portones y que no quede nada cerrado: "Por amor a Jacob, mi siervo, y a Israel, mi escogido, te llamé por tu nombre y te di un título de honor, aunque tú no me conocieras. Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí no hay Dios. Te hago poderoso, aunque tú no me conoces, para que todos sepan, de oriente a occidente, que no hay otro Dios fuera de mí. Yo soy el Señor y no hay otro". Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (Sal 95)


R. Cantemos la grandeza del Señor.
L. Cantemos al Señor un canto nuevo, que le cante al Señor toda la tierra. Su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación sus maravillas. /R.
L. Cantemos al Señor, porque El es grande, más digno de alabanza y más tremendo que todos los dioses paganos, que ni existen; ha sido el Señor quien hizo el cielo. /R.
L. Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su poder y tribútenle honores a su nombre. Ofrézcanle en sus atrios sacrificios. /R.
L. Caigamos en su templo de rodillas. Tiemblen ante el Señor los atrevidos. "Reina el Señor" digamos a los pueblos. El gobierna a las naciones con justicia. /R.

2ª Lectura (1 Ts 1, 1-5)

Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los tesalonicenses
Pablo, Silvano y Timoteo deseamos la gracia y la paz a la comunidad cristiana de los tesalonicenses, congregada por Dios Padre y por Jesucristo, el Señor. En todo momento damos gracias a Dios por ustedes y los tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar las obras que manifiestan la fe de ustedes, los trabajos fatigosos que han emprendido su amor y la perseverancia que les da su esperanza en Jesucristo, nuestro Señor. Nunca perdemos de vista, hermanos muy amados de Dios, que El es quien los ha elegido. En efecto, nuestra predicación del Evangelio entre ustedes no se llevó a cabo só1o con palabras, sino también con la fuerza del Espíritu Santo, que produjo en ustedes abundantes frutos. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Fil.2, 15.16)

R. Aleluya, aleluya.- Iluminen al mundo con la luz del Evangelio reflejada en su vida. R. Aleluya.

Evangelio (Mt. 22, 15-21)

Lectura del santo Evangelio según san Mateo

A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo se reunieron los fariseos para ver la manera de hacer caer a Jesús, con preguntas insidiosas, en algo de que pudieran acusarlo. Le enviaron, pues, a algunos de sus secuaces junto con algunos del partido de Herodes, para que le dijeran: "Maestro, sabemos que eres sincero y enseñas con verdad el camino de Dios, y que nada te arredra, porque no buscas el favor de nadie. Dinos, pues, qué piensas: ¿Es lícito o no pagar el tributo al César?" Conociendo Jesús la malicia de sus intenciones, les contestó: "Hipócritas, ¿por qué tratan de sorprenderme? Enséñenme la moneda del tributo". Ellos le presentaron una moneda. Jesús les preguntó: "¿De quién es esta imagen y esta inscripción?" Le respondieron: "Del César". Y Jesús concluyó: "Den, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios". Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


http://homilia.org/lecturas.htm

Pistas para la Homilía, por Jorge Humberto Peláez S.J., TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XXIX A (16-octubre-2011)

 + 1. Lecturas:
  - a. Profeta Isaías 45, 1. 4-6
  - b. I Carta de san Pablo a los Tesalonicenses 1, 1-5b
  - c. Mateo 22, 15-21

 + 2. El evangelio de hoy nos plantea un tema de gran actualidad, como es el de las relaciones entre los valores ético-religiosos y el mundo de la política. La historia nos muestra los resultados negativos de querer imponer una dimensión sobre la otra. Cuando se impone lo religioso con sus valoraciones éticas de la sociedad, se cae en las diversas expresiones del fundamentalismo, que es muy peligroso porque atropella los derechos humanos fundamentales; y cuando se afirma la total autonomía del orden político, se puede caer en un laicismo agresivo que sesga las orientaciones educativas y la organización familiar.

 + 3. Vayamos al texto que nos propone el evangelista Mateo:
  - a. Unos fariseos le preguntan a Jesús: “Dinos qué piensas: ¿Es lícito o no pagar el tributo al César?”. El evangelista desenmascara las verdaderas intenciones de quienes interrogaban a Jesús; no se trataba de una duda sobre el pago de los impuestos; lo que buscaban eran encontrar argumentos para acusarlo ante las autoridades.
  - b. Recordemos que Roma era la potencia ocupante de Palestina; así, pues, cualquier crítica contra la autoridad romana podía considerarse como subversiva.
  - c. La pregunta venenosa de los fariseos no solo tenía implicaciones políticas sino también religiosas, pues el emperador romano se había autoproclamado dios, y en las colonias del Imperio proliferaban las estatuas y templos en donde se ofrecían sacrificios a esta divinidad autoproclamada.
  - d. Por eso cualquier crítica al emperador tenía consecuencias políticas y religiosas; de ahí la delicada situación en que se encontraba Jesús.

 + 4. El Maestro superó la trampa con una pasmosa habilidad al pedir prestada una moneda: “¿De quién es esta imagen y esta inscripción? Le respondieron: del César. Y Jesús concluyó: Den, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”.

 + 5. Les propongo que, antes de avanzar en este interesante asunto de la relación entre la religión y la política, vayamos a la primera lectura, donde encontraremos elementos que enriquecerán nuestra reflexión.

 + 6. El personaje central de este texto es Ciro, rey de Persia, que reinó en el siglo VI AC, quien conquistó enormes territorios; entre sus conquistas podemos mencionar la ciudad de Babilonia y los territorios de Palestina.

 + 7. Aunque el rey Ciro adoraba a otros dioses, son notables las palabras que sobre él encontramos en la Biblia: “Te llamé por tu nombre y te di un título de honor, aunque tú no me conocieras. Te hago poderoso, aunque tú no me conoces, para que todos sepan, de Oriente a Occidente, que no hay otro Dios fuera de mí”.

 + 8. ¿A qué se deben estas palabras tan elogiosas? Ciro fue profundamente respetuoso de las costumbres y creencias de los pueblos sometidos. Cuando conquistó Babilonia, permitió que los judíos que se encontraban allí en cautividad regresaran a su tierra y emprendieran la reconstrucción del Templo de Jerusalén. La tolerancia religiosa fue el rasgo que explica el destacado lugar de este rey extranjero en la historia de Israel.

 + 9. Al unir estas dos lecturas – el relato sobre Ciro rey de los persas y el de la pregunta tramposa sobre el pago de los impuestos al emperador romano, -, la liturgia nos ofrece una pista muy interesante sobre la relación entre religión y política, y la clave de lectura es la tolerancia que reconoce las diferencias.

 + 10. El Concilio Vaticano II, en la Constitución pastoral Gaudium et Spes, ofrece elementos muy ricos sobre el diálogo de la Iglesia con los diversos actores sociales. Deberíamos releer estos textos que conservan su frescura y actualidad:
  - a. Lo primero que debemos hacer es aceptar la desconfianza y prejuicios seculares que han envenenado estas relaciones; si repasamos la historia de Colombia en la segunda mitad del siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX, evidenciaremos relaciones tormentosas y dolorosos desencuentros.
  - b. En segundo lugar, hay que superar la mentalidad hegemónica que busca imponer y someter al otro que piensa distinto, al que considera un antagonista que debe ser vencido.
  - c. En tercer lugar, hay que respetar las áreas de competencia de cada uno de los actores sociales. El Concilio Vaticano II afirma, de manera contundente, la legítima autonomía de las realidades terrenas.
  - d. En cuarto lugar, el reconocimiento de las respectivas autonomías no debe conducir a la incomunicación; es necesario que los diversos colectivos sociales dialoguen para encontrar soluciones integrales a los complejos problemas del país.

 + 11. La sabia sentencia de Jesús – “Den, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” – y la referencia a Ciro rey de los persas, reconocido por su tolerancia y respeto al pluralismo de culturas y religiones, es un llamado a sentarse a dialogar con espíritu abierto.

 + 12. De ahí la enorme importancia de trabajar en la apropiación de una ética civil o ciudadana, que nos permita acuerdos básicos alrededor del reconocimiento de la dignidad sagrada del ser humano, más allá de las diferencias políticas, filosóficas y religiosas. Tolerancia y respeto a la diversidad son los grandes mensajes de la liturgia de este domingo.


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domingo, 9 de octubre de 2011

Domingo 28 del Tiempo Ordinario Ciclo "A" - 9 de Octubre de 2011 -

1ª Lectura (Is 25, 6-10)

Lectura del libro del profeta Isaías
En aquel día, el Señor del universo preparará sobre este monte un festín con platillos suculentos para todos los pueblos; un banquete con vinos exquisitos y manjares sustanciosos. El arrancará en este monte el velo que cubre el rostro de todos los pueblos, el paño que oscurece a todas las naciones. Destruirá la muerte para siempre; el Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros y borrará de toda la tierra la afrenta de su pueblo. Así lo ha dicho el Señor. En aquel día se dirá: "Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara. Alegrémonos y gocemos con la salvación que nos trae, porque la mano del Señor reposará en este monte". Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (22)

R. Habitaré en la casa del Señor toda la vida.
L. El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. /R.
L. Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así, aunque camine por cañadas oscuras nada temo, porque Tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. /R.
L. Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. /R.

2ª Lectura (Flp 4, 12-14.19-20)

Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los filipenses

Hermanos: Yo sé lo que es vivir en pobreza y también lo que es tener de sobra. Estoy acostumbrado a todo: lo mismo a comer bien que a pasar hambre; lo mismo a la abundancia que a la escasez. Todo lo puedo unido a aquel que me da fuerza. Sin embargo, han hecho ustedes bien en socorrerme cuando me  vi  en dificultades. Mi Dios, por su parte, con su infinita riqueza, remediará con esplendidez todas las necesidades de ustedes, por medio de Cristo Jesús. Gloria a Dios, nuestro Padre, por los siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Ef 1, 17-18)

R. Aleluya, aleluya.- Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes para que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento resucitado Cristo, que creó todas las cosas y se compadeció de todos los hombres. R. Aleluya.

Evangelio (Mt 22, 1-14)

Lectura del santo Evangelio según san Mateo

A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo volvi6 Jesús a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo: "El Reino de los cielos es semejante a un rey que preparó un banquete de bodas para su hijo. Mandó a sus criados que llamaran a los invitados, pero estos no quisieron ir. Envió de nuevo a otros criados que les dijeran: 'Tengo preparado el banquete; he hecho matar mis terneras y los otros animales gordos; todo esta listo. Vengan a la boda'. Pero los invitados no hicieron caso. Uno se fue a su campo, otro a su negocio y los demás se les echaron encima a los criados, los insultaron y los mataron. Entonces el rey se llenó de cólera y mandó sus tropas, que dieron muerte a aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego les dijo a sus criados: 'La boda está preparada; pero los que habían sido invitados no fueron dignos. Salgan, pues, a los cruces de los caminos y conviden al banquete de bodas a todos los que encuentren'. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala del banquete se llenó de convidados. Cuando el rey entró a saludar a los convidados vio entre ellos a un hombre que no iba vestido con traje de fiesta y le preguntó: 'Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de fiesta?' Aquel hombre se quedó callado. Entonces el rey dijo a los criados: ''Atenlo de pies y manos y arrójenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos". Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


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El Mensaje del Domingo, por Gabriel Jaime Pérez, S.J., XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A - 9 de Octubre de 2011

 + 1.- “Envió sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir”
La imagen del banquete es especialmente significativa y nos trae una primera enseñanza. Como lo expresa el Salmo 23, unos 10 siglos antes el rey David le había cantado al Dios que guió a su pueblo por el desierto hacia una tierra prometida como el pastor conduce a sus ovejas hacia praderas de hierba fresca y abundante, preparándole un banquete y protegiéndolo de sus enemigos. Dos siglos más tarde, en el VIII a. C., el profeta Isaías, como dice la 1ª lectura, había anunciado que Dios prepararía para todos los pueblos una fiesta con manjares exquisitos.

En la parábola del Evangelio, el banquete de bodas simboliza la alianza de Dios con su pueblo, una imagen que había sido también empleada por los profetas. Ellos habían recibido del Señor la misión de llamar a los primeros invitados, exhortándolos a abandonar la idolatría y la injusticia, pero fueron rechazados por las autoridades y las élites políticas y religiosas del pueblo de Israel. El rechazo a la invitación de Dios iba a llegar hasta el punto de dar muerte a su Hijo en una cruz. Y finalmente, la imagen de la ciudad consumida por el fuego hace referencia a lo que sucedió con Jerusalén, que en el año 70 fue arrasada e incendiada con todo y su templo por el ejército del imperio romano.

Hoy también nosotros somos invitados por el Señor a abandonar la idolatría -los apegos desordenados- y la injusticia -los comportamientos destructivos en relación con nuestros prójimos-, para entrar en la dinámica de la construcción de una verdadera comunidad humana en la que todos compartamos como hermanos la mesa de la creación y así nos dispongamos a una vida eternamente feliz. ¿Cómo está cada uno de nosotros respondiendo a esta invitación?  Para responder adecuadamente, contamos con la ayuda del Señor a pesar de nuestras debilidades. Pues como dice el apóstol Pablo en la 2ª lectura, “todo lo puedo en Aquél que me conforta”-

 + 2.- “Vayan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren”

La segunda enseñanza consiste en reconocer la universalidad del mensaje salvador de Jesús. Los cruces de los caminos son una referencia simbólica a los lugares donde se encuentran las personas de las distintas culturas. Los profetas del Antiguo Testamento habían anunciado el alcance universal de las promesas de Dios, más allá de las fronteras de Israel. Al “banquete de manjares exquisitos y vino generoso” son invitados “todos los pueblos”, “todas las gentes”, como dice el profeta Isaías en la 1ª lectura.

La Iglesia, como nuevo pueblo de Dios del que somos invitados a formar parte todos los hombres y mujeres, tiene como misión mantener la misma actitud de apertura universal de nuestro Señor Jesucristo, que acogía a los paganos, a los pobres, a los pecadores,  contraria a la de los jefes religiosos del Templo de Jerusalén que los rechazaban con sus leyes y ritos excluyentes. ¿Tengo yo la misma actitud de Jesús? ¿O me cierro a las personas que no son de mi propia raza, cultura, religión o condición social, o que son consideradas pecadoras, como lo hacían los jefes religiosos del Templo de Jerusalén?

 + 3.- “Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos

En esta conclusión de la parábola encontramos una tercera enseñanza. En las fiestas de bodas de los pueblos orientales, el anfitrión solía suministrarles a los invitados el vestido apropiado para la ocasión. El personaje de la parábola que se presenta sin este vestido, simboliza por tanto un rechazo al gesto amigable de quien lo ha invitado.

Dios nos ofrece la vestidura que necesitamos para presentarnos debidamente a compartir la fiesta de la felicidad eterna, de la cual la Eucaristía es un signo anticipatorio porque en ella entramos en comunión con la vida resucitada de Jesús. Tal vestidura es lo que en el lenguaje católico de la relación con Dios se llama el “estado de gracia”, es decir la situación resultante de haber sido reconciliados con Dios y dispuestos a vivir de acuerdo con sus mandamientos. Para alcanzar este “estado de gracia”, que como la palabra misma lo dice es un don gratuito de Dios no obtenido por nuestros méritos sino por la pura misericordia divina, tenemos que reconocer nuestra necesidad de reconciliación con Él mediante una sincera actitud de la reconciliación con nuestros prójimos, tanto con los que hayamos ofendido como con los que nos hayan hecho algún mal.

¿Estamos presentables para nuestro encuentro con el Señor, llevando la vestidura apropiada de una sincera actitud de reconciliación con Él y con nuestros prójimos? Examinemos nuestra vida, revisemos nuestras actitudes y dispongámonos a acoger como corresponde la invitación que Dios nos hace a participar en su banquete: el de la Eucaristía durante nuestra vida presente, y el de “la vida del mundo futuro” cuando pasemos a la eternidad.-


gperezsj@gmail.com

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domingo, 2 de octubre de 2011

Domingo 27 del Tiempo Ordinario Ciclo "A" - 2 de Octubre de 2011 -

1ª Lectura (Is 5, 1-7)

Lectura del libro del profeta Isaías

Voy a cantar, en nombre de mi amado, una canción a su viña. Mi amado tenía una viña en una ladera fértil. Removió la tierra, quitó las piedras y plantó en ella vides selectas; edificó en medio una torre y excavó un lagar. Él esperaba que su viña diera buenas uvas, pero la viña dio uvas agrias. Ahora bien, habitantes de Jerusalén y gente de Judá, yo les ruego, sean jueces entre mi viña y yo. ¿Qué más pude hacer por mi viña, que yo no lo hiciera? ¿Por qué cuando yo esperaba que diera uvas buenas, las dio agrias? Ahora voy a darles a conocer lo que haré con mi viña; le quitaré su cerca y será destrozada. Derribaré su tapia y será pisoteada. La convertiré en un erial, nadie la podará ni le quitará los cardos, crecerán en ella los abrojos y las espinas, mandaré a las nubes que no lluevan sobre ella. Pues bien, la viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá son su plantación preferida. El Señor esperaba de ellos que obraran rectamente y ellos, en cambio cometieron iniquidades; Él esperaba justicia y sólo se oyen reclamaciones. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (Sal 79)


R. La viña del Señor es la casa de Israel.
L. Señor, Tú trajiste de Egipto una vid, arrojaste de aquí a los paganos y la plantaste; ella extendió sus sarmientos hasta el mar y sus brotes llegaban hasta el río. /R.
L. Señor, ¿por qué has derribado su cerca, de modo que puedan saquear tu viña los que pasan, pisotearla los animales salvajes, y las bestias del campo destrozarla?. /R.
L. Señor, Dios de los Ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que Tú mismo cultivaste. /R.
L. Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida, y alabaremos tu poder. Restablécenos, Señor, Dios de los Ejércitos, míranos con bondad y estaremos a salvo. /R.

2ª Lectura (Flp 4, 6-9)

Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los filipenses
Hermanos: No se inquieten por nada; más bien presenten en toda ocasión sus peticiones a Dios en la oración y la súplica, llenos de gratitud. Y que la paz de Dios, que sobrepasa toda inteligencia, custodie sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, aprecien todo lo que es verdadero y noble, cuanto hay de justo y puro, todo lo que es amable y honroso, todo lo que sea virtud y merezca elogio. Pongan por obra cuanto han aprendido y recibido de mi, todo lo que yo he dicho y me han visto hacer; y el Dios de la paz estará con ustedes. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Jn 15, 16)


R. Aleluya, aleluya.- Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto y su fruto permanezca. R. Aleluya.

Evangelio (Mt 21, 33-43)


Lectura del santo Evangelio según san Mateo
A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a los Sumos Sacerdotes y a los Ancianos del pueblo esta parábola: “Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en é1, construyó una torre para el vigilante y luego lo alquiló a unos viñadores y se fue de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a otro y a otro más lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros, y los trataron del mismo modo. Por último, les mand6 a su propio hijo, pensando: 'A mi hijo lo respetarán'. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: 'Este es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia'. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron. Ahora, díganme: cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos viñadores?" Ellos le respondieron: "Dará muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo". Entonces Jesús les dijo: "¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular?  Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable. Por esta razón les digo a ustedes que les será quitado el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos". Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


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Encuentros con la Palabra, por Hermann Rodríguez Osorio, S.J., Domingo XXVII Ordinario – Ciclo A (Mateo 21, 33-43) – 2 de octubre de 2011

“¿Qué creen ustedes que hará con esos labradores?”

Quiero ofrecerles hoy algunos datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que me parece que pueden ayudar a pensar algunas cosas. En primer lugar, algunas cifras sobre la manera como ha evolucionado la distribución de los ingresos en los últimos dos siglos:

En 1820: el 20% más rico ganaba 3 veces más que el 20% más pobre.

En 1870: el 20% más rico ganaba 7 veces más que el 20% más pobre.

En 1913: el 20% más rico ganaba 11 veces más que el 20% más pobre.

En 1960: el 20% más rico ganaba 30 veces más que el 20% más pobre.

En 1990: el 20% más rico ganaba 60 veces más que el 20% más pobre.

En 1997: el 20% más rico ganaba 74 veces más que el 20% más pobre.

En segundo lugar, alguna información sobre la situación general de los países: De los 5.570 millones que habitamos el planeta, 1.150 millones viven en el norte, en países industrializados, mientras que 4.620 millones vivimos en el sur en países pobres, o como eufemísticamente se les llamó durante algunos años, países en ‘vías de desarrollo’. Se calcula que el 25% de la población mundial, es decir 1.442 millones de personas viven por debajo de los niveles de pobreza. 1.000 millones son analfabetas y la misma cantidad carece de agua potable. 1.300 millones de personas sobreviven con menos de 1 dólar diario, de los cuales 110 millones habitan en América Latina, 970 millones en Asia y 200 millones en África.

Anualmente, se gastan 35.000 millones de dólares en recreación las empresas japonesas. 50.000 millones de dólares se gastan en cigarrillos y 105.000 millones en bebidas alcohólicas los europeos. En el mundo se gastan 400.000 millones de dólares en drogas estupefacientes y 780.000 millones son los gastos militares en el mundo. Junto a esto, contrastan las tres cifras siguientes para garantizar el acceso universal a los servicios básicos en todos los países pobres: Bastarían 6.000 millones de dólares para garantizar la enseñanza básica. 9.000 millones para dar agua potable y saneamiento. 13.000 millones para ofrecer salud y nutrición básicas.

Aunque la parábola que nos cuenta Jesús este domingo está dirigida a los jefes de los sacerdotes, a los que Jesús quería cuestionar sobre su responsabilidad en el manejo de la obra de Dios, comparándolos con los labradores de una finca que les había alquilado un señor, estas cifras nos cuestionan como seres humanos, en la medida en que también a nosotros nos corresponde administrar correctamente este mundo, según la voluntad del Padre, que quiere que todos sus hijos tengan vida, y la tengan en abundancia.

En este contexto de desigualdad creciente, en el que los pobres han dejado de ser importantes para los dueños de este mundo, levantar la voz para reclamar justicia y denunciar el desorden establecido es un verdadero peligro. Como a los enviados por el dueño de la viña, los profetas de ayer y de hoy han sido asesinados, como fue asesinado el mismo Hijo de Dios. ¿Cuándo le daremos a Dios la debida cosecha?

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