domingo, 27 de noviembre de 2011

Domingo 1 de Adviento Ciclo "B"- 27 de Noviembre de 2011

1ª Lectura (Is 63, 16-17.19; 64, 2-7)

Lectura del libro del profeta Isaías

Tú, Señor, eres nuestro padre y nuestro redentor; ése es tu nombre desde siempre. ¿Por qué, Señor, nos has permitido alejarnos de tus mandamientos y dejas endurecer nuestro corazón hasta el punto de no temerte? Vuélvete, por amor a tus siervos, a las tribus que son tu heredad. Ojalá rasgaras los cielos y bajaras, estremeciendo las montañas con tu presencia. Descendiste y los montes se estremecieron con tu presencia. Jamás se oyó decir, ni nadie vio jamás que otro Dios, fuera de ti, hiciera tales cosas a favor de los que esperan en él. Tú sales al encuentro del que practica alegremente la justicia y no pierde de vista tus mandamientos. Estabas airado porque nosotros pecábamos y te éramos siempre rebeldes. Todos éramos impuros y nuestra justicia era como trapo asqueroso; todos estábamos marchitos como las hojas, y nuestras culpas nos arrebataban como el viento. Nadie invocaba tu nombre, nadie se levantaba para refugiarse en Ti, porque nos ocultabas tu rostro y nos dejabas a merced de nuestras culpas. Sin embargo, Señor, Tú eres Nuestro Padre; nosotros somos el barro y Tú el Alfarero; todos somos hechura de tus manos. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (79)

R. Señor, muéstranos tu misericordia y sálvanos

L. Escúchanos, Pastor de Israel; Tú que estás rodeado de querubines, manifiéstate, despierta tu poder y ven a salvarnos. /R.
L. Señor, Dios de los Ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que Tú mismo cultivaste. /R.
L. Que tu diestra defienda al que elegiste, al hombre que has fortalecido. Ya no nos alejaremos de Ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder. /R.

2ª Lectura (1Co 1, 3-9)

Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los corintios

Hermanos: Les deseamos la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Cristo Jesús, el Señor. Continuamente agradezco a mi Dios los dones divinos que les ha concedido a ustedes por medio de Cristo Jesús, ya que por El los ha enriquecido con abundancia en todo lo que se refiere a la palabra y al conocimiento; porque el testimonio que damos de Cristo ha sido confirmado en ustedes a tal grado, que no carecen de ningún don ustedes, los que esperan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. E1 los hará permanecer irreprochables hasta el fin, hasta el día de su advenimiento. Dios es quien los ha llamado a la unión con su Hijo Jesucristo, y Dios es fiel. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Sal 84, 8)

R. Aleluya, aleluya.- Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. R. Aleluya.

Evangelio (Mc 13, 33-37)

Lectura del santo Evangelio según san Marcos

A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento. Así como un hombre que se va de viaje, deja su casa y encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la madrugada. No vaya a suceder que llegue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta". Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


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El Mensaje del Domingo, por Gabriel Jaime Pérez, S.J., I Domingo de Adviento - Ciclo B, Noviembre 27 de 2011

¡Ojalá rasgaras el cielo y bajaras!

Comienza hoy un nuevo ciclo anual en la liturgia de la Iglesia con el Adviento, nombre proveniente del vocablo latino Adventus, que significa venida, llegada, advenimiento. La petición del Padrenuestro en la que decimos venga a nosotros tu reino -en latín adveniat regnum tuum- es la propia de este tiempo durante el cual nos preparamos para celebrar la Navidad y en el  que se nos invita a la conversión, a la esperanza y a la vigilancia.

 + 1.- Un tiempo en el que se nos invita a la conversión

El libro profético de Isaías, del cual se toman las primeras lecturas de los cuatro domingos del Adviento, nos presenta en el texto correspondiente a este primer domingo (Isaías 63, 16 - 64, 7) una oración que podemos hacer nuestra hoy, aplicándola a la situación de un mundo que, como en aquellos tiempos, experimenta el vacío de Dios porque vive de espaldas a Él, sin reconocerlo ni tenerlo en cuenta. “¡Ojalá rasgaras el cielo y bajaras!”, exclama el profeta, expresando con esta imagen el reconocimiento de la necesidad que todos tenemos de Dios como “nuestro padre” (creador)  y como “nuestro redentor”, en medio de una realidad de desolación comparable a la sequía del desierto  y que sólo puede cambiar Dios mismo, el único ser que nos puede dar la vida verdadera y liberar al ser humano de todo cuanto lo oprime y le impide ser auténticamente feliz.

Los creyentes en Jesucristo afirmamos desde nuestra fe que esa oración del texto profético del libro de Isaías y la plegaria del Salmo 80 (79) -“Ven a salvarnos”- fueron respondidas con la encarnación del Hijo de Dios en Jesús de Nazaret  hace poco más de veinte siglos. Sin embargo, tanto los seres humanos de hoy como los de aquel tiempo necesitamos que su acción redentora llegue hasta cada uno de nosotros, y para que esto suceda es necesaria de nuestra parte una disposición sincera a convertirnos, es decir, a volvernos a Él y dejarnos transformar por la acción de su Espíritu.

¿Cómo realizar una auténtica conversión? Pues aprovechando este tiempo del Adviento para hacer una revisión de nuestra vida y descubrir cómo debemos orientarla o reorientarla hacia Dios en el cumplimiento de su voluntad. Porque la petición “venga a nosotros tu reino” corresponde a su vez a la disposición que manifestamos cuando decimos sinceramente “hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”.

 + 2.- Un tiempo en el que se nos invita a la esperanza

“Ustedes esperan el día en que aparezca nuestro Señor Jesucristo”, les escribe el apóstol san Pablo a los cristianos de la ciudad griega de Corinto (1 Corintios 1, 3-9). Este mensaje de la segunda lectura de este domingo llega hoy a cada uno de nosotros para que alimentemos en nuestra vida una de las tres virtudes llamadas “teologales”, referidas a Dios -fe, esperanza y caridad-. La virtud teologal de la esperanza nos anima a mirar el porvenir con optimismo, aun en medio de las dificultades y problemas que podamos estar experimentando en el presente, porque creemos en Jesucristo y sabemos que “Él es fiel” a sus promesas.

La manifestación del Reino de Dios en nuestro Señor Jesucristo desde su encarnación y su nacimiento como Dios hecho hombre, no es sólo un acontecimiento que sucedió hace poco más de veinte siglos. Él sigue llegando y manifestándose a cada persona que esté dispuesta de verdad a recibirlo en su existencia, y se hace presente para alimentarnos con su propia vida en la Eucaristía. Cada vez que celebramos este “sacramento de nuestra fe”, repetimos la misma invocación con que los primeros cristianos expresaban la esperanza en su venida gloriosa, y que quedó escrita en el penúltimo versículo del libro del Apocalipsis, el último escrito bíblico del Nuevo Testamento: “¡Ven, Señor Jesús!” (Apocalipsis 22, 20). De modo similar, en la tradicional novena de Navidad que pronto volverá a resonar una vez más con sus gozos y villancicos, le decimos: “¡Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!”.

En efecto, en este tiempo del Adviento se nos invita a proclamar nuestra esperanza en el Reino de Dios que ya vino en la persona de Jesús, que sigue llegando a cada uno de nosotros cuando acogemos con nuestro comportamiento la palabra del Señor y recibimos a Jesús en  la comunión, y que se manifestará en forma plena, definitiva y gloriosa al final de los tiempos. Para cada uno de nosotros, este final de los tiempos será el momento del paso de la vida presente a la eternidad.

 + 3.- Un tiempo en el que se nos invita a la vigilancia

“Manténganse despiertos y vigilantes”, dice Jesús en el Evangelio de hoy, al finalizar la parábola de los servidores que aguardan la llegada del dueño de la casa en cualquier momento. Cada uno de nosotros, como servidor o servidora del Señor en esta tierra que Él nos ha encomendado cuidar, es invitado a mantenerse alerta para su llegada. Tres veces aparece en el texto del Evangelio la invitación a que estemos vigilantes. Y la invitación es no sólo para unos cuantos, sino para todos: “Lo que les digo a ustedes lo digo a todos”.

¿Cómo mantenernos despiertos y vigilantes para que no nos sorprenda desprevenidos la venida definitiva del Señor? Pues, precisamente, uniendo nuestra actitud sincera de conversión a la renovación de nuestra esperanza activa en la realización plena del Reino de Dios inaugurado por nuestro Señor Jesucristo. Porque la auténtica virtud de la esperanza no es una espera pasiva en que Dios solucionará nuestros problemas sin poner nosotros de nuestra parte, sino todo lo contrario: una disposición activa a preparar el advenimiento (el “adviento”) del Reino de Dios, haciendo posibles la condiciones que nos corresponde a nosotros desarrollar para que ese reino de la justicia, del amor y de la paz sea una realidad en nuestra vida y en nuestro entorno social.-

gperezsj@gmail.com


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domingo, 20 de noviembre de 2011

Domingo 34 SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO Tiempo Ordinario Ciclo "A "- 20 de NOVIEMBRE de 2011 -

1ª Lectura (Ez 34, 11-12.15-17)

Lectura del libro del profeta Ezequiel
Esto dice el Señor Dios: "Yo mismo iré a buscar a mis ovejas y velaré por ellas. Así como un pastor vela por su rebaño cuando las ovejas se encuentran dispersas, así velaré Yo por mis ovejas e iré por ellas a todos los lugares por donde se dispersaron un día de niebla y oscuridad. Yo mismo apacentaré a mis ovejas, Yo mismo las haré reposar, dice el Señor Dios. Buscaré a la oveja perdida y haré volver a la descarriada; curaré a la herida, robusteceré a la débil, y a la que está gorda y fuerte, la cuidaré. Yo las apacentaré con justicia. En cuanto a ti, rebaño mío, he aquí que Yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carneros y machos cabríos". Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (22)

R. El Señor es mi pastor, nada me falta
L. El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. /R.
L. Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. /R.
L. Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin término. /R.

2ª Lectura (1Co 15, 20-26.28)

Lectura de la Primera Carta del apóstol San Pablo a los Corontios
Hermanos: Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos. Porque si por un hombre vino la muerte, también por un hombre vendrá la resurrección de los muertos. En efecto, así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida; pero cada uno en su orden: primero Cristo, como primicia; después, a la hora de su advenimiento, los que son de Cristo. Enseguida será la consumaci6n, cuando, después de haber aniquilado todos los poderes del mal, Cristo entregue el Reino a su Padre. Porque El tiene que reinar hasta que el Padre ponga bajo sus pies a todos sus enemigos. El último de los enemigos en ser aniquilado, será la muerte. Al final, cuando todo se le haya sometido, Cristo mismo se someterá al Padre y así Dios será todo en todas las cosas. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Marcos 11, 9.10)

R. Aleluya, aleluya.- ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino que llega, el reino de nuestro padre David! R. Aleluya.

Evangelio (Mt 25, 31-46)


Lectura del santo Evangelio según san Mateo
A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentara en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante El todas las naciones, y El apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme'. Los justos le contestarán entonces: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?' Y el rey les dirá: 'Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron'. Entonces dirá también a los de la izquierda: 'Apártense de mi, malditos, vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron'. Entonces ellos le responderán:
Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado, y no te asistimos?’ Y él les replicará: 'Yo les aseguro que cuando no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo’. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna". Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


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El Mensaje del Domingo, por Gabriel Jaime Pérez, S.J., XXXIV Domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo A, Solemnidad de Cristo Rey - Noviembre 20 de 2011

Al finalizar el año litúrgico celebramos la fiesta de Jesucristo Rey del Universo. A la luz del Evangelio y teniendo también en cuenta las demás lecturas [Ezequiel 34, 11-17; Salmo 23 (22); I Corintios, 15, 20-28], veamos qué significa esta fiesta para nuestra vida.

 + 1.- “Cuando el Hijo del hombre venga rodeado de esplendor…”

¿Qué significa hoy para nosotros proclamar a Cristo como Rey del Universo? Él nunca quiso dejarse proclamar rey terrenal, obrando en cambio siempre como el servidor de todos, en especial de los más necesitados. Justamente por eso reconocemos su soberanía universal, no en el sentido de un poder terreno, sino en el de un reinado espiritual.

Todos los poderes de este mundo, sean de carácter social, político, económico o religioso, son relativos porque que deben orientarse a la realización auténtica del Reino de Dios, que, como dice el prefacio de la plegaria eucarística, es “Reino de verdad y de vida, de santidad y de gracia, de  justicia, de amor y de paz”. Este mismo Reino o Reinado de Dios es el que proclamó Jesús desde el inicio de su vida pública, cuando empezó a decir y a mostrar con sus hechos que “el Reino de Dios ha llegado”, que “el Reino de Dios está cerca”.

 + 2.- “Él separará unos de otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras…”

Una imagen frecuentemente empleada en los textos bíblicos para referirse al Reino de Dios es la del pastor. En la primera lectura el profeta Ezequiel (siglo VI a.C.) la usa para referirse a la forma como Dios guía en persona a su pueblo: como el pastor que se preocupa por sus ovejas para orientarlo por los senderos del amor, la justicia y la paz. Esta misma imagen, que encontramos también en el Salmo 23 (22), es empleada por Jesús en los Evangelios para referirse a su pr4opia misión como redentor de la humanidad.

Pero Jesús se presenta además como el pastor que en el juicio final separará a las ovejas de las cabras, para indicar quiénes merecerán la felicidad y quiénes la desgracia. En el lenguaje bíblico las ovejas y los corderos son símbolos de bondad, mientras que las cabras y los chivos simbolizan el poder destructor del mal. Y su ubicación respectiva a la derecha o a la izquierda se relaciona con la costumbre que tenían los reyes de situar a su derecha a quienes recompensaban por sus méritos (por eso decimos en el Credo que Cristo está sentado a la derecha de Dios Padre). Jesús no califica a los animales ni las posiciones políticas, sino que emplea símbolos de la cultura de su tiempo para enseñarnos.

 + 3.- “Lo que hicieron con uno de estos hermanos míos más humildes…”

“En el atardecer de nuestra vida, seremos juzgados por el amor”, escribió san Juan de la Cruz (1542-1591). Y un teólogo latinoamericano contemporáneo dice lo siguiente al explicar el artículo del Credo en el que afirmamos que Jesús resucitado vendrá a juzgar a vivos y muertos: “El Padre ha dado a Jesús el encargo de juzgar a toda la humanidad. Pero este juicio de Jesús será no sólo sobre nuestras acciones sino también sobre nuestras omisiones. Sobre todo esta última parábola del juicio final es una clara indicación de que Jesús se identifica con el pobre (el hambriento, el sediento, el sin hogar y sin ropa, el enfermo, el encarcelado). Jesús nos juzgará sobre nuestra solidaridad para con los marginados. Más aún, podemos decir que dejará que los mismos pobres nos juzguen: ellos son la Corte Suprema de Justicia de la historia. No valdrán en aquél momento las buenas intenciones, ni los buenos deseos, ni siquiera los ritos o prácticas de devoción, sino únicamente nuestra acción concreta en solidaridad con los pobres de este mundo” (Víctor Codina, S.J.: Nuestro Credo).

Asimismo, cuando en el Padrenuestro decimos Venga a nosotros tu Reino, expresamos nuestra disposición a colaborar activamente en el triunfo definitivo del amor sobre el odio y la indiferencia, de la paz sobre la guerra y la violencia, de la vida sobre la muerte, como dice san Pablo en la segunda lectura. En tal sentido, unámonos a la siguiente reflexión orante de otro teólogo contemporáneo: “Tengo que preguntarme si siempre ha sido importante para mí rezar por la venida de tu señorío de amor. ¿Cómo pudo ocurrir que una y otra vez me arrebataran la paz ciertas pequeñeces como si fueran más importantes que la revelación de la forma fundamental de tu reino de amor, de justicia y de paz? (…). Sin embargo, confiado en tu gracia, me atrevo a expresar este ruego fundamental y universal. Sí, yo te pido la gracia de una decisión total para buscar en el futuro, en todo y sobre todo, primeramente el Reino de tu amor. Dame la valentía de ver las inevitables consecuencias de esta oración, y de vivir de acuerdo con ella”. (B. Häring, CSR: El Padrenuestro: Alianza, plegaria, programa de vida).-


gperezsj@gmail.com

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domingo, 13 de noviembre de 2011

33º Domingo del Tiempo Ordinario 13 de Noviembre de 2011

 + Primera Lectura: Proverbios 31, 10-13.19-20.30-31

"Trabaja con sus hábiles manos"

Dichoso el hombre que encuentra una mujer hacendosa: muy superior a las perlas es su valor. Su marido confía en ella y, con su ayuda, él se enriquecerá; todos los días de su vida le procurará bienes y no males.
Adquiere lana y lino y los trabaja con sus hábiles manos. Sabe manejar la rueca y con sus dedos mueve el huso; abre sus manos al pobre y las tiende al desvalido.
Son engañosos los encantos y vana la hermosura; merece alabanza la mujer que teme al Señor. Es digna de gozar del fruto de sus trabajos y de ser alabada por todos.

 + Salmo Responsorial: 127

"Dichoso el que teme al Señor."

Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien.
R. Dichoso el que teme al Señor.
Su mujer como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de su mesa.
R. Dichoso el que teme al Señor.
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor: “Que el Señor te bendiga desde Sión; que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los días de tu vida”.
R. Dichoso el que teme al Señor.

 + Segunda Lectura: I Tesalonicenses 5, 1-6

"Que el día del Señor no los sorprenda como un ladrón"

Hermanos:
Por lo que se refiere al tiempo y a las circunstancias de la venida del Señor, no necesitan que les escribamos nada, puesto que ustedes saben perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando la gente esté diciendo: “¡Qué paz y qué seguridad tenemos!”, de repente vendrá sobre ellos la catástrofe, como de repente le vienen a la mujer encinta los dolores del parto, y no podrán escapar.
Pero a ustedes, hermanos, ese día no los tomará por sorpresa como un ladrón, porque ustedes no viven en tinieblas, sino que son hijos de la luz y del día, no de la noche y las tinieblas.
Por tanto, no vivamos dormidos, como los malos; antes bien, mantengámonos despiertos y vivamos sobriamente.

 + Evangelio: Mateo 25, 14-30

"Permanezcan en Mí y Yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece en Mí da fruto abundante.Aleluya."

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:
«El Reino de los cielos se parece también a un hombre que iba a salir de viaje a tierras lejanas; llamó a sus servidores de confianza y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco talentos; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la capacidad de cada uno, y luego se fue.
El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió un millón, hizo un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su señor.
Después de mucho tiempo regresó aquel hombre y llamó a cuentas a sus servidores. Se acercó el que había recibido cinco millones y le presentó otros cinco, diciendo:
“Señor, cinco millones me dejaste; aquí tienes otros cinco,que con ellos he ganado”.
Su señor le dijo:
“Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor”.
Se acercó luego el que había recibido dos millones y le dijo:
“Señor, dos millones me dejaste; aquí tienes otros dos, que con ellos he ganado”.
Su señor le dijo:
“Te felicito, siervo bueno y fiel.
Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor”.
Finalmente, se acercó el que había recibido un millón y le dijo:
“Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que quieres cosechar lo que no has plantado y recoger lo que no has sembrado. Por eso tuve miedo y fui a esconder tu millón bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”.
El señor le respondió:
“Siervo malo y perezoso Sabías que cosecho lo que no he plantado y recojo lo que no he sembrado. ¿Por qué, entonces, no pusiste mi dinero en el banco para que, a mi regreso, lo recibiera yo con intereses? Quítenle el millón y dénselo al que tiene diez. Pues al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que tiene poco, se le quitará aun eso poco que tiene.
Y a este hombre inútil, échenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación”».


http://www.aciprensa.com/calendario/calendario.php?dia=13&mes=11&ano=2011

Pistas para la Homilía, por Jorge Humberto Peláez S.J.,TIEMPO ORDINARIO DOMINGO XXXIII A (13-noviembre-2011)

 + 1. Lecturas:
  - a. Libro de los Proverbios 31, 10-13. 19-20. 30-31
  - b. I Carta de san Pablo a los Tesalonicenses 5, 1-6
  - c. Mateo 25, 14-30

 + 2. La liturgia de hoy propone a nuestra consideración un texto ampliamente conocido, la parábola de los talentos. Es una invitación a emplear las cualidades que tenemos, de manera que nos realicemos como personas sirviendo a quienes nos rodean. En palabras actuales, esta parábola nos hace tomar conciencia de la responsabilidad social.

 + 3. En esta meditación dominical los invito a explorar unos prerrequisitos de esta parábola de los talentos: antes de examinar cuáles son las responsabilidades que tenemos de poner al servicio de los demás nuestras cualidades, debemos conocer lo que somos y tenemos. Si no somos conscientes de nuestras potencialidades, ¿cómo ponerlas al servicio de los demás?

 + 4. Así, pues, anterior a la parábola de los talentos están el autoconocimiento y la autoestima:
  - a. Nuestro proyecto de vida, con las metas que nos proponemos alcanzar, debe levantarse sobre los cimientos de la realidad: mis cualidades y mis limitaciones. “Conócete a ti mismo” es la flecha que nos señala el camino de la sabiduría, el cual nunca termina; es tarea de toda la vida.
  - b. Si nosotros no somos conscientes de nuestras fortalezas y debilidades, las metas que nos proponemos alcanzar estarán condenadas al fracaso. Los que trabajamos en las Universidades somos testigos del sufrimiento de muchos jóvenes que escogieron equivocadamente su profesión, ya sea porque no tuvieron un adecuado asesoramiento vocacional o porque sus padres los presionaron en una determinada dirección. En lugar de insistir tercamente en seguir en la decisión original que fue equivocada, hay que animarlos para que rectifiquen y encuentren el oficio o profesión en el que se van a sentir a gusto.
  - c. Con frecuencia desconocemos nuestro potencial en un determinado campo, simplemente porque no se ha dado la oportunidad para que se manifieste. Por eso seamos muy cautos en los juicios que formulamos: ¡yo no sirvo para eso!, ¡usted es incapaz de hacer aquello! Antes de llegar a conclusiones tan drásticas, debemos darnos la oportunidad y dar a otros la oportunidad de ensayar caminos, de explorar horizontes, de correr riesgos… Si nos quedamos encerrados en la celda estrecha de lo conocido y seguro, nunca podremos avanzar en la vida.

 + 5. El autoconocimiento es inseparable de la autoestima. Ser conscientes de nuestras cualidades debe llevar a valorarnos. Amarnos a nosotros mismos es vital para nuestra salud mental y equilibrio interior.

 + 6. Los padres de familia y educadores juegan un papel fundamental en el desarrollo del autoconocimiento y en el logro de la autoestima de los niños y adolescentes:
  - a. Si nosotros enviamos mensajes positivos, los niños y adolescentes desarrollarán personalidades sanas y autónomas. Por el contrario, si los adultos enviamos mensajes negativos, causaremos un daño irreparable. Son frecuentes frases como “usted no sirve para nada”, “usted es una carga para la familia”, “usted es una gorda fea”, etc.
  - b. Por eso hay que evitar las comparaciones entre los hijos; al comparar, se supone que uno de ellos es el ideal que hay que imitar. No cometamos este grave error pedagógico. El ideal no es ser como el otro; el ideal es ser uno mismo y encontrar su propia identidad y realización. Los seres humanos no somos productos en serie que tenemos que ajustarnos a una única norma de calidad; por el contrario, los seres humanos somos únicos e irrepetibles.

 + 7. En este mismo contexto del autoconocimiento y de la autoestima, quiero decir una palabra sobre las relaciones de pareja:
  - a. En el plan de Dios, la relación de pareja debe favorecer el crecimiento y la realización de cada uno de sus miembros, para que así puedan formar un proyecto común, “ser una sola carne”. El auténtico amor se alimenta de la admiración por el otro y el reconocimiento de sus valores.
  - b. Esto adquiere particular importancia en los tiempos de crisis, sobre todo de crisis económica. La pérdida del empleo y la dificultad para seguir aportando al sostenimiento de la familia constituyen un golpe demoledor para la autoestima. Si a este sufrimiento interior se le añaden los comentarios hirientes de la pareja, la crisis económica traerá también la ruptura de la relación. Por eso en tiempos de crisis económica aumentan significativamente las separaciones y los divorcios.
  - c. Hay relaciones de pareja que replican un modelo de dominación que se manifiesta en algunas especies animales. Se trata del “macho alfa” o “hembra alfa” que imponen su dominio desde una posición de fuerza. Todos hemos sido testigos del lamentable espectáculo de hombres y mujeres que maltratan a sus parejas con comentarios humillantes.
  - d. Una relación madura de pareja exige respeto, reconocimiento y complementariedad; cuando la relación se basa en la subordinación, todas las interacciones se contaminan y destruyen a la víctima y al victimario.

 + 8. Consideraciones semejantes podríamos hacer sobre las relaciones laborales. Hay jefes que ejercen un liderazgo positivo pues reconocen los logros de sus equipos de trabajo, los estimulan y los hacen sentir corresponsables de la marcha de la organización. Y hay jefes maltratadores que hacen sentir su poder arbitrario, lo cual crea un pésimo clima laboral.

 + 9. Es hora de terminar nuestra meditación dominical. Hemos hecho una reflexión poco convencional sobre la parábola de los talentos, ya que hemos explorado los que podríamos llamar “prerrequisitos de la parábola”. Para poder invertir adecuadamente los talentos, debemos ser conscientes de poseerlos. Y en ello juegan un papel determinante los modelos educativos puestos en práctica por padres de familia y profesores, las relaciones de pareja y el tipo de liderazgo que ejerzan los jefes en sus organizaciones.


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domingo, 6 de noviembre de 2011

Domingo 32 del Tiempo Ordinario Ciclo "A" - 6 de Noviembre de 2011 -

 + 1ª Lectura (Sab 6, 12-16)

Lectura del libro de la Sabiduría
Radiante e incorruptible es la sabiduría; con facilidad la contemplan quienes la aman y ella se deja encontrar por quienes la buscan y se anticipa a darse a conocer a los que la desean. El que madruga por ella no se fatigará, porque la hallará sentada a su puerta. Darle la primacía en los pensamientos es prudencia consumada; quien por ella se desvela pronto se verá libre de preocupaciones. A los que son dignos de ella, ella misma sale a buscarlos por los caminos; se les aparece benévola y colabora con ellos en todos sus proyectos. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

 + Salmo responsorial (62)

R. Señor, mi alma tiene sed de ti. Aleluya.
L. Señor, Tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está mi alma. Señor, todo mi ser te añora, como el suelo reseco añora el agua. /R.
L. Para admirar tu gloria y tu poder, con este afán te busco en tu santuario. Pues mejor es tu amor que la existencia: siempre, Señor, te alabarán mis labios. /R.
L. Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración mis manos. De lo mejor se saciará mi alma; te alabaré con jubilosos labios. /R.

 + 2ª Lectura (1Ts 4, 13-18)

Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses
Hermanos: No queremos que ignoren lo que pasa con los difuntos, para que no vivan tristes, como los que no tienen esperanza. Pues, si creemos que Jesús murió y resucitó, de igual manera debemos creer que, a los que murieron en Jesús, Dios los llevará con El. Lo que les decimos como palabra del Señor, es esto: que nosotros, los que quedemos vivos para cuando venga el Señor, no tendremos ninguna ventaja sobre los que ya murieron. Cuando Dios mande que suenen las trompetas, se oirá la voz de un arcángel y el Señor mismo bajará del cielo. Entonces, los que murieron en Cristo resucitarán primero; después nosotros, los que quedemos vivos, seremos arrebatados, juntamente con ellos entre nubes por el aire, para ir al encuentro del Señor, y así estaremos siempre con El. Consuélense, pues, unos a otros con estas palabras. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

 + Aclamación antes del Evangelio (Mateo 24, 42-44)

R. Aleluya, aleluya.- Estén preparados, porque no saben a qué hora va a venir el Hijo del hombre. R. Aleluya.

 + Evangelio (Mt 25, 1-13)

Lectura del santo Evangelio según san Mateo
A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos es semejante a diez jóvenes, que, tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó un grito: 'Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!’ Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras: 'Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando'. Las previsoras les contestaron: 'No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo'. Mientras aquellas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron: 'Señor, señor, ábrenos'. Pero él les respondió: 'Yo les aseguro que no las conozco'. Estén, pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora". Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


http://homilia.org/lecturas.htm

Pistas para la Homilía, por Jorge Humberto Peláez S.J., TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XXXII A (6-noviembre-2011)

 + 1. Lecturas:
  - a. Libro de la Sabiduría 6, 12-16
  - b. I Carta de san Pablo a los Tesalonicenses 4, 13-17
  - c. Mateo 25, 1-13

 + 2. Las tecnologías de la información y la comunicación, que conocemos como las TIC, han transformado la manera de hacer las cosas: el manejo del dinero, el pago de muchos servicios, las compras, la reserva de tiquetes y boletos, etc., etc. La lista sería de nunca acabar…

 + 3. Igualmente, el uso de las TIC es una plaga detestable, cuando se lo hace sin tener en cuenta tiempos y lugares; la gente responde el celular o está consultando la información en medio de un concierto o durante un rito religioso o cuando está sentada en un restaurante. ¡Las reglas de un protocolo básico y de la urbanidad no existen!

 + 4. Quiero invitarlos a que, inspirados por la primera lectura de este domingo, nos desconectemos de la información, que es el corazón de las TIC, para conectarnos con el tema de la “sabiduría”. La información es un tipo de conocimiento al que accedemos vía internet; la sabiduría es otro tipo de conocimiento, absolutamente diferente. La primera lectura de este domingo está centrada en la sabiduría; apaguemos nuestros celulares y tabletas de última generación, superemos la adicción que fija nuestra mirada en sus pantallas, y naveguemos no por el ciberespacio sino por las aguas profundas y cristalinas de la sabiduría.

 + 5. ¿Cómo describir la sabiduría? Es una postura ante la vida, resultado de una reflexión serena; la sabiduría es ser capaces de entender que la realización del ser humano se logra promoviendo los valores del ser por encima de los intereses del tener; el camino de la felicidad pasa por compartir y no por acumular riquezas y honores de manera egoísta; la sabiduría consiste en descubrir que el diálogo respetuoso es la única herramienta civilizada para solucionar los conflictos que inevitablemente aparecen en la convivencia.

 + 6. El conocimiento científico y las destrezas tecnológicas no coinciden con ese conocimiento superior que es la sabiduría. Más aún, todos nosotros hemos encontrado en la vida a personas sabias, que expresan el comentario oportuno que aporta luz y paz, quienes no se destacan por su formación académica. La sabiduría no se conquista a través de cursos universitarios sino mediante una experiencia de vida que ha pasado por el filtro de la reflexión.

 + 7. En esta meditación dominical vayamos al terreno de los casos concretos.

 + 8. ¿Cómo podemos afirmar que un papá o una mamá desempeñan con sabiduría el trabajo más exigente de todos?
  - a. Actuarán de manera sabia si han comprendido que la necesidad básica de sus hijos no es tener cosas sino sentirse amados, escuchados y protegidos.
  - b. La paternidad/maternidad no se ejerce con una chequera abultada sino dedicando tiempo para estar juntos.
  - c. Se comportan como necios aquellos padres y madres de familia que dan respuesta positiva a todos los caprichos de sus hijos; por el contario, hay que establecer unas reglas de juego claras sobre horarios, estudio, programas, amigos, etc. Cuando una persona llega a la adultez cronológica sin haber interiorizado el sentido de los límites y de la disciplina, será un caos.

 + 9. ¿Cuándo podemos afirmar que los profesores siembran semillas de sabiduría en las mentes y corazones de sus alumnos?
  - a. Serán sembradores de sabiduría en la medida en que estimulen la curiosidad que conduce a investigar y a explorar nuevos horizontes.
  - b. Estarán a la altura de su misión si son conscientes de que su aporte va más allá de una asignatura; pensemos, por ejemplo, en un profesor de matemáticas; él actúa como educador no solo cuando se mueve dentro del campo de las matemáticas; educa – o maleduca – a través de la forma como interactúa con sus alumnos, las respuestas que da, las evaluaciones que hace. Educar es algo que se hace a través del lenguaje verbal y no verbal.
  - c. Una cosa es sentirse instructor que conoce un área del conocimiento; otra muy diferente es tener conciencia de ser un educador, lo cual se expresa a través de interacciones muy complejas y ricas entre el profesor y el alumno.

 + 10. ¿Cómo podemos afirmar que un sacerdote actúa de manera sabia? Cuando sirve de facilitador para que los creyentes encuentren a Dios en la vida diaria. La sabiduría inspirará su ministerio sacerdotal si siembra fe, esperanza, amor, optimismo y reconciliación en los corazones atribulados. Al sacerdote no se le pide que exponga sus propias teorías psicológicas o sociológicas, sino que anuncie, en palabras sencillas y concretas, la buena noticia de Jesús resucitado.

 + 11. ¿Qué es un amigo sabio? No el que nos concede siempre la razón y actúa como cómplice para cubrir nuestras espaldas cuando hayamos actuado indebidamente. El amigo sabio es aquel siempre fiel a la verdad, aunque ésta sea incómoda, y nos abre los ojos cuando estamos enceguecidos por la pasión.

 + 12. Es hora de terminar nuestra meditación dominical. Superemos la adicción que nos mantiene conectados a la tecnología pero desconectados de la gente que nos rodea. Busquemos ese conocimiento superior que es la sabiduría, que cambiará nuestro comportamiento como padres y madres de familia, como educadores, como sacerdotes, como amigos.


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