domingo, 29 de julio de 2012

El Mensaje del Domingo, por Gabriel Jaime Pérez, S.J., XVII Domingo del Tiempo Ordinario -B-, Julio 29 de 2012


Todos los Evangelios narran el milagro de la multiplicación de los panes y los peces: dos veces los de Mateo, Marcos y Lucas, y una vez el de Juan. Apliquemos este relato a nuestra vida, teniendo en cuenta también las otras lecturas de hoy [2 Reyes 4, 42-44; Salmo 145 (144); Efesios 4, 1-6.]

 + 1.-“¿Con qué vamos a comprar pan para que esta gente coma?”

Esta pregunta de Jesús hecha al apóstol Felipe, para ver qué respondía, podemos considerarla hoy como hecha a cada uno de nosotros. Actualmente en el mundo padecen hambre cerca de 925 millones de personas. Si los habitantes del planeta somos hoy casi 7.000 millones, esto quiere decir que aproximadamente 13 de cada 100 seres humanos se encuentran en esta grave situación. La desnutrición y las enfermedades relacionadas con el hambre son la causa del 60 por ciento de las muertes. Unas 24.000 personas mueren cada día por causa del hambre, siendo el 75% de ellas niños y niñas menores de 5 años. Y aunque se han venido haciendo esfuerzos por reducir la magnitud de este problema, aún falta mucho para remediar la tragedia del hambre en el mundo.

Ante esta situación, el mensaje del Evangelio es un llamado a compartir. Mientras pocos que tienen mucho sigan despilfarrando en forma egoísta lo que tienen, mientras el mal uso que se hace de los recursos naturales siga haciendo que éstos sean cada vez más escasos -como el agua, por ejemplo-, mientras no tomemos todos conciencia de que cada cual es responsable para bien o para mal de la suerte de la humanidad según esté dispuesto o no a compartir constructivamente la mesa de la creación con los demás, la pregunta de Jesús seguirá siendo un llamado a la reflexión de todos para ver qué y cómo respondemos.

 + 2.-Tomó los panes, dio gracias a Dios y les repartió pan y pescado cuanto quisieron

El milagro de la multiplicación de los panes y peces expresa el cumplimiento de las promesas anunciadas por Dios a través de sus profetas: la abundancia de un alimento renovador que Él mismo haría posible para todos los que acogieran su mensaje y lo invocaran sinceramente. Tal es el sentido de la primera lectura y el salmo de este domingo.

En este mismo sentido, la multiplicación de los panes y peces es una prefiguración del sacramento de la Eucaristía, signo visible de la presencia de Jesús que nos alimenta con el pan de su propia vida entregada y resucitada. Él iba a ser representado desde los comienzos de la historia de su Iglesia, no sólo con la imagen del pan, sino también con la del pez, “ictus” en griego, cuyas letras son las iniciales del nombre y de varios títulos de Jesús: Iesous, Christos, Theos, Uios, Soter (Jesús, Cristo, Dios, Hijo, Salvador).

La enseñanza de este milagro es que donde existe voluntad de compartir, aunque haya poco alcanza para todos y hasta sobra; en cambio, donde no existe esa voluntad, aunque haya mucho, unos pocos lo acaparan todo y las mayorías padecen hambre. El sacramento de la Eucaristía, llevado a la práctica, expresa la voluntad de compartir entre todos la creación, significada en las ofrendas de pan y vino, para que así se realice entre nosotros la presencia de Dios, que es Amor, que se nos revela en Jesucristo y nos alimenta con su propia vida.

 + 3. Dándose cuenta de que iban a llevárselo a la fuerza para hacerlo rey, se retiró…

Jesús había iniciado su predicación proclamando la cercanía del reino de Dios. Sus milagros mostraban la verdad de esta proclamación: como dice el Evangelio, mucha gente lo seguía, porque habían presenciado las maravillas que hacía. Ahora, después de la multiplicación de los panes y peces, quieren hacerlo rey. pero Jesús se opone a la tentación de ambicionar poderes terrenales. Él no sólo es el profeta que debía venir al mundo; es el Mesías, el ungido por Dios como descendiente del rey David para reinar no sólo sobre Israel sino sobre toda la humanidad, tal como lo anunciaron los profetas del Antiguo Testamento. Sí, soy Rey, le diría a Poncio Pilato pocos momentos antes de que la multitud agolpada junto al despacho del gobernador romano, azuzada por sus máximos jefes religiosos, gritara exigiendo su crucifixión. Pero, como Él mismo le explicó a Pilato, también les dice a quienes pretenden confundirlo con un  líder político: Mi reino no es de este mundo (Juan 18, 36-37).

La preocupación efectiva de Jesús por contribuir a la solución de los problemas humanos, no sólo los espirituales sino también los materiales, es un llamado a todos nosotros para que nos identifiquemos con Él y procuremos contribuir, cada cual según sus posibilidades, a resolver la situación de hambre y de miseria de tantas personas que la padecen. Y asimismo, a que reconozcamos el verdadero sentido de su misión y por lo mismo el de la misión de la Iglesia que Él fundó no para ambicionar los poderes terrenales, sino comportarse en todo con humildad y mansedumbre, como dice el apóstol Pablo en la segunda lectura de hoy: una Iglesia puesta al servicio de todos los seres humanos, especialmente de los más oprimidos, marginados y necesitados; una Iglesia no dominadora sino servidora, a imagen y semejanza del mismo Jesús que, inmediatamente antes de instituir la Eucaristía, comenzó la última cena con un gesto humilde de servicio y no con actitudes arrogantes de poder (Juan 13, 1-15).

gperezsj@gmail.com

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Domingo 17 del Tiempo Ordinario Ciclo "B" - 29 de Julio de 2012 -

1ª Lectura (2ª Reyes 4, 42-44)
Lectura del segundo libro de los Reyes
En aquellos días, llegó de Baal Salisá un hombre que traía para el siervo de Dios, Eliseo, como primicias, veinte panes de cebada y grano tierno en espiga. Entonces Eliseo dijo a su criado: "Dáselos a la gente para que coman". Pero él le respondió: "¿Cómo voy a repartir estos panes entre cien hombres?" Eliseo insistió: "Dáselos a la gente para que coman, porque esto dice el Señor: “Comerán todos y sobrará”. El criado repartió los panes a la gente; todos comieron y todavía sobró, como había dicho el Señor. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (144)

R. Bendeciré al Señor eternamente.
L. Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. /R.
L. A ti, Señor, sus ojos vuelven todos y Tú los alimentas a su tiempo. Abres, Señor, tus manos generosas y cuantos viven quedan satisfechos. /R.
L. Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan. Muy cerca está el Señor, de quien lo invoca. /R.

2ª Lectura (Ef 4, 1-6)

Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los efesios
Hermanos: Yo, Pablo, prisionero por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna del llamamiento que han recibido. Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el espíritu con el vínculo de la paz. Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como también una sola es la esperanza del llamamiento, que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Lc 7, 16)

R. Aleluya, aleluya.- Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R. Aleluya.

Evangelio (Jn 6, 1-15)

Lectura del santo Evangelio según san Juan
A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea o lago de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto las señales milagrosas que hacía curando a los enfermos. Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, festividad de los judíos. Viendo Jesús que mucha gente lo seguía, le dijo a Felipe: "¿Cómo compraremos pan para que coman éstos?" Le hizo esta pregunta para ponerlo a prueba, pues Él bien sabía lo que iba a hacer. Felipe le respondió: "Ni doscientos denarios bastarían para que a cada uno le tocara un pedazo de pan". Otro de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí hay un muchacho que trae cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es eso para tanta gente?" Jesús le respondió: "Díganle a la gente que se siente". En aquel lugar había mucha hierba. Todos, pues, se sentaron ahí, y tan sólo los hombres eran unos cinco mil. En seguida tomó Jesús los panes, y después de dar gracias a Dios, se los fue repartiendo a los que se habían sentado a comer. Igualmente les fue dando de los pescados a todos los que quisieron. Después de que todos se saciaron, dijo a sus discípulos: "Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicien". Los recogieron y con los pedazos que sobraron de los cinco panes llenaron doce canastos. Entonces la gente, al ver la señal milagrosa que Jesús había hecho, decía: "Éste es, en verdad, el Profeta que había de venir al mundo". Pero Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró de nuevo a la montaña, Él solo. Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.

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domingo, 22 de julio de 2012

Domingo 16 del Tiempo Ordinario Ciclo "B" 22 de Julio de 2012

1ª Lectura (Jr 23, 1-6)

Lectura del libro del profeta Jeremías
"¡Ay de los pastores que dispersan y dejan perecer a las ovejas de mi rebaño!, dice el Señor. Por eso habló así el Señor, Dios de Israel, contra los pastores que apacientan a mi pueblo: "Ustedes han rechazado y dispersado a mis ovejas y no las han cuidado. Yo me encargaré de castigar la maldad de las acciones de ustedes. Yo mismo reuniré al resto de mis ovejas, de todos los países a donde las había expulsado y las volveré a traer a sus pastos, para que ahí crezcan y se multipliquen. Les pondré pastores que las apacienten. Ya no temerán ni se espantarán y ninguna se perderá. Miren: Viene un tiempo, dice el Señor, en que haré surgir un renuevo en el tronco de David: será un rey justo y prudente y hará que en la tierra se observen la ley y la justicia. En sus días será puesto a salvo Judá, Israel habitará confiadamente y a él lo llamarán con este nombre: 'El Señor es nuestra justicia`". Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (22)


R. Enséñanos, Señor, el camino de la vida
L. El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. /R.
L. Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así, aun­que camine por cañadas oscuras, nada temo, porque Tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. /R.
L. Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me un­ges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. /R.
L. Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin término. /R.

2ª Lectura (Ef 2, 13-18)

Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los Efesios

Hermanos: Ahora, unidos a Cristo Jesús, ustedes, que antes estaban lejos, están cerca, en virtud de la sangre de Cristo. Porque El es nuestra paz; El hizo de los judíos y de los no judíos un solo pueblo; El destruyó, en su propio cuerpo, la barrera que los separaba: el odio; El abolió la ley, que consistía en mandatos y reglamentos, para crear en sí mismo, de los dos pueblos, un solo hombre nuevo, estableciendo la paz, y para reconciliar a ambos, hechos un solo cuerpo, con Dios, por medio de la cruz, dando muerte en sí mismo al odio. Vino para anunciar la buena nueva de la paz, tanto a ustedes, los que estaban lejos, como a los que estaban cerca. Así, unos y otros podemos acercarnos al Padre, por la acción de un mismo Espíritu. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Jn 20, 27)

R. Aleluya, aleluya.
- Mis ovejas escu­chan mi voz, dice el Señor; Yo las conozco y ellas me siguen. R. Aleluya.

Evangelio (Mc 6, 30-34)


Lectura del santo Evangelio según san Marcos
A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Entonces El les dijo: "Vengan conmigo a un lugar solitario, para que descansen un poco". Porque eran tantos los que iban y venían, que no les dejaban tiempo ni para comer. Jesús y sus apóstoles se dirigieron en una barca hacia un lugar apartado y tranquilo. La gente los vio irse y los reconoció; entonces de todos los poblados fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Cuando Jesús desembarcó, vio una numerosa multitud que lo estaba esperando y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas. Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


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Pistas para la Homilía, por Jorge Humberto Peláez S.J., TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XVI B (22-julio-2012)

 + 1. Lecturas:
  - a. Profeta Jeremías 23, 1-6
  - b. Carta de san Pablo a los Efesios 2, 13-18
  - c. Marcos 6, 30-34

 + 2. A través del evangelio de este domingo podemos descubrir la sensibilidad del corazón de Cristo, quien percibe intensamente las necesidades de todas aquellas personas que lo buscaban porque esperaban encontrar en Él la salud y la paz interior. Este delicado texto del evangelio de Marcos está precedido por un texto del profeta Jeremías, en el que se contraponen los malos y los buenos pastores de las comunidades.

 + 3. Después de comprender el sentido general de la liturgia dominical, los invito a que focalicemos nuestra reflexión alrededor de unas expresiones que, a primera vista, suscitan cierta perplejidad; dice el texto de Marcos: “Jesús vio una numerosa multitud que lo estaba esperando y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor”. La expresión “se compadeció de ellos” puede tener un cierto sabor negativo pues, con frecuencia, identificamos la compasión con sentir lástima; y para muchas personas, la lástima es la contemplación pasiva y distante del lamentable estado de postración en que se encuentra un ser humano o un animal…

 + 4. Federico Nietzsche, el filósofo alemán que formuló la peligrosa teoría del super-hombre que sirvió de apoyo ideológico al Nazismo, tiene palabras muy duras sobre la compasión, la cual es descrita como un sentimiento depresivo propio de los débiles y que favorece la perpetuación de la miseria.

 + 5. Para el Cristianismo, la compasión no es un sentimiento que expresa debilidad, pues nos permite sentir de cerca el dolor de los demás y conlleva la firme decisión de luchar por la superación de esos sufrimientos. Por eso la compasión no es un componente de personalidades débiles sino señal de fortaleza de espíritu y de voluntad de cambio.

 + 6. Sigamos profundizando en el contenido humano y espiritual de la compasión:
  - a. La compasión se alimenta del deseo de establecer vínculos de comunión con los demás, para así compartir su mundo interior y las dificultades de su entorno. Las personas compasivas están conectadas con sus hermanos; por el contrario, las personas insensibles están encerradas en su pequeño mundo de intereses individuales.
  - b. Ser compasivo es ponerse en el lugar del otro y desde allí comprender sus necesidades y hacer todo lo posible por ayudar a satisfacerlas. Por eso no todas las personas que dan dinero a obras sociales lo hacen como manifestación de sensibilidad y compasión, pues su interés puede ser obtener reconocimiento social o legitimar un dinero adquirido por medios ilegales o tranquilizar un sentimiento de culpa…
  - c. Ser compasivo significa ir hacia aquellas personas que sufren para estar junto a ellas con una presencia cálida. Esta cercanía se manifiesta en las muchas formas que asumen los Voluntariados, donde personas generosas consagran parte de su tiempo para estar junto a los niños, los indigentes, los enfermos, las madres solteras, etc.
  - d. Ser compasivo es descubrir al ser humano que sufre y que se oculta detrás de unas apariencias que en ocasiones golpean nuestros sentidos; es verlo en cuanto humano y no simplemente como una estadística o como un caso; nos estremece el dolor del otro porque esas situaciones particulares de pobreza o de ignorancia o de enfermedad o de abandono eclipsan su dignidad humana y atropellan sus derechos humanos fundamentales.
  - e. Ser compasivo es buscar activamente la transformación de estas situaciones de sufrimiento. Cuando hablamos de la compasión que animaba las palabras y las acciones de Jesús, percibimos su fuerza transformadora, pues no se quedaba en el sentimiento o en el interés puramente sociológico sino que actuaba devolviendo la vida a la hija de Jairo, curando a la mujer que padecía una hemorragia crónica, reintegrando el leproso a la vida social.
  - f. Ser compasivo es tener una visión optimista de la vida pues creemos que el cambio es posible con la ayuda de Dios y el compromiso de cada uno de nosotros. La compasión cristiana no se nutre de una visión pesimista o fatalista como la que inspira a muchas corrientes filosóficas y religiosas, sino que se alimenta de la esperanza cierta que nos viene del Señor resucitado.

 + 7. El Dalai Lama, líder espiritual del Budismo, afirma que “la verdadera compasión posee la intensidad y la espontaneidad de una madre cariñosa que sufre por su bebé enfermo. A lo largo del día, todos los actos y pensamientos de la madre giran en torno a su preocupación por el niño. Esta es la actitud que deseamos cultivar hacia todo ser viviente”.

 + 8.
Hemos profundizado en la riqueza humana y espiritual de la compasión. Esto nos permite conocer mejor el corazón de Cristo, quien - como nos lo dice el evangelista Marcos - “sintió compasión de la multitud”. La compasión del corazón de Cristo es comunión con las luchas y esfuerzos de la humanidad; es encarnarse para compartir nuestra condición; es caminar con los excluidos de la tierra que son seres anónimos para el Estado y para las grandes empresas, pero para Jesús son los predilectos del Padre; el corazón compasivo de Jesús lo llevó a la cruz para que, mediante su Pascua, fuéramos una humanidad nueva.

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jpelaez@javerianacali.edu.co


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domingo, 15 de julio de 2012

Domingo 15 del Tiempo Ordinario Ciclo "B" 15 de Julio de 2012

1ª Lectura (Am 7, 12-15)

Lectura del libro del profeta Amós
En aquel tiempo, Amasías, sacerdote de Betel, le dijo al profeta Amós: "Vete de aquí, visionario, y huye al país de Judá; gánate allá el pan, profetizando; pero no vuelvas a profetizar en Betel, porque es santuario del rey y templo del reino". Respondió Amós: "Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor y cultivador de higos. El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo: 'Ve y profetiza a mi pueblo, Israel'". Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (84)

R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
L. Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo santo. Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor habitará en la tierra /R.
L. La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron, la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo /R.
L. Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo sus pisadas /R.

2ª Lectura (Ef 1, 3-14)

Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los Efesios
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Él con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo, para que fuéramos santos e irreprochables a sus ojos, por el amor, y determinó, porque así lo quiso, que, por medio de Jesucristo, fuéramos sus hijos, para que alabemos y glorifiquemos la gracia con que nos ha favorecido por medio de su Hijo amado. Pues por Cristo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. Él ha prodigado sobre nosotros el tesoro de su gracia, con toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Este es el plan que había proyectado realizar por Cristo, cuando llegara la plenitud de los tiempos; hacer que todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, tuvieran a Cristo por cabeza. Con Cristo somos herederos también nosotros. Para esto estábamos destinados, por decisión del que lo hace todo según su voluntad: para que fuéramos una alabanza continua de su gloria, nosotros, los que ya antes esperábamos en Cristo. En Él, también ustedes, después de escuchar la palabra de la verdad, el Evangelio de su salvación, y después de creer, han sido marcados con el Espíritu Santo prometido: Este Espíritu es la garantía de nuestra herencia, mientras llega la liberación del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Efesios 1, 17-18)

R. Aleluya, aleluya. -Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes para que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento. R. Aleluya.

Evangelio (Mc 6, 7-13)

Lectura del santo Evangelio según san Marcos
A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce, los envió de dos en dos y les dio poder sobre los espíritus inmundos. Les mandó que no llevaran nada para el camino: ni pan, ni mochila, ni dinero en el cinto, sino únicamente un bastón, sandalias y una sola túnica. Y les dijo: "Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que se vayan de ese lugar. Si en alguna parte no los reciben ni los escuchan, al abandonar ese lugar, sacúdanse el polvo de los pies, como una advertencia para ellos". Los discípulos se fueron a predicar el arrepentimiento. Expulsaban a los demonios, ungían con aceite a los enfermos y los curaban. Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


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El Mensaje del Domingo, por Gabriel Jaime Pérez, S.J., XV Domingo del Tiempo Ordinario -B-, Julio 15 de 2012


 + 1. Dios elige, llama y envía a cada cual para realizar una tarea específica

En el siglo VIII antes de Cristo, un “pastor y cultivador de higos” de nombre Amós, quien nos cuenta su propia vocación en la primera lectura (Amós 7, 12-15), fue llamado y enviado por Dios para realizar la tarea de los auténticos profetas -porque también existían entonces los profetas falsos-. En dicha primera lectura se cuenta que Amasías, sacerdote del Templo de Betel (centro del culto en el reino del norte llamado Israel que después de Salomón se había separado del reino del sur llamado Judá, donde estaba el Templo de Jerusalén), le dijo a Amós que se fuera al sur porque su predicación le resultaba incómoda a Jeroboam, el rey del norte (Amós 7, 10-11). Y la respuesta de Amós significa que él no era ningún vidente o adivino ordinario -como lo eran los falsos profetas que adulaban al rey en su palacio-, sino que había sido llamado por Dios para hablar en su nombre -y esto es lo que quiere decir el término profeta, proveniente del griego-. Así lo hizo, denunciando la idolatría y la injusticia, como también anunciando la salvación para quienes se convirtieran a Dios.

Siete siglos después, Jesús escoge a doce de entre sus discípulos o seguidores, a quienes llama apóstoles -otro término proveniente del griego que significa enviados-, y les confía la misión de invitar a todas las personas a convertirse, es decir, a reorientar sus vidas hacia Dios, y de liberarlas del mal con el poder del Espíritu Santo.

En el siglo I de la era cristiana,  san Pablo, que no había formado parte de los primeros Doce, recibiría asimismo el título de apóstol al ser escogido por Cristo resucitado para proclamar su mensaje salvador a los llamados “gentiles”, que no pertenecían al pueblo judío. Entre ellos se contaban los primeros cristianos de la ciudad de Éfeso en el Asia Menor (hoy Turquía), a quienes dirigió la carta de la cual está tomada la segunda lectura (Efesios 1, 3-14) y que justamente comienza, en  sus dos primeros versículos, con una presentación que hace Pablo de sí mismo como “apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios” (Efesios 1, 1).

También nosotros los bautizados y confirmados en la Iglesia o comunidad de los seguidores de Jesucristo en este siglo XXI,  hemos sido elegidos y llamados por Él a realizar una misión concreta, una tarea específica que el Señor le ha señalado a cada cual para colaborar con Él en el cumplimiento de su plan universal de salvación. Reconozcamos esta misión y preguntémonos cómo la estamos cumpliendo.

 + 2. Jesús envía a sus apóstoles de dos en dos, dándoles poder para predicar y sanar

En la tradición jurídica del judaísmo, para que fuera válido y creíble un testimonio tenía que ser dado al menos por dos personas que coincidieran en su contenido. Este es el sentido originario de esta forma de enviar Jesús a sus discípulos -de dos en dos-, a lo que podemos agregar el de ayudarse mutuamente para la realización de la tarea.

Otro tema que llama la atención es la instrucción que les da para llevar a cabo la misión. En cuanto a qué pueden y qué no deben llevar, es significativo que lo permitido sea lo relacionado con el hecho de ponerse en camino -el bastón, las sandalias y una sola túnica-, mientras que todo lo demás que necesiten se supone que van a obtenerlo de las comunidades a las que se dirigen, como contribución por el trabajo que realicen en ellas. Pero más allá de estas especificaciones, lo que en el fondo significa la instrucción de Jesús es que deben ir ligeros de equipaje, sin apegos materiales que les impidan la agilidad requerida para el camino, confiados plenamente en el poder de Dios que les da la energía espiritual necesaria.

Termina la instrucción de Jesús a sus enviados con el símbolo de sacudirse el polvo de los pies. Es una forma de expresar, con un gesto, que la Buena Noticia que están llamados a proclamar puede ser rechazada en determinados ambientes, pero no por ello deben desanimarse en su trabajo. Por el contrario, deben buscar otros horizontes, con nuevos ánimos y dejando atrás todo lo que les impida proseguir su tarea.

 + 3. Llamaron a todos a volver a Dios; expulsaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban

El pasaje del Evangelio termina con una breve descripción de la tarea que comenzaron a realizar aquellos primeros discípulos, enviados por Jesús a proclamar su mensaje de salvación. Para describir esa tarea, se hace referencia a tres elementos esenciales: la invitación a la conversión, la “expulsión de los demonios” -es decir, de las fuerzas del mal-, producida por la acción renovadora del Espíritu Santo, y la unción de los enfermos con el óleo o aceite consagrado como signo de sanación -no sólo física, sino sobre todo espiritual y que corresponde a uno de los siete sacramentos de la Iglesia-.

Pidámosle al Señor que nos disponga a cumplir la misión que nos ha encomendado. En especial pidamos por el Papa y los obispos, sucesores de los apóstoles de Cristo, y por los presbíteros y diáconos que son sus colaboradores inmediatos. Asimismo pidamos por los religiosos y religiosas de vida consagrada, como también por los laicos (hombres y mujeres) comprometidos en variadas formas de colaboración al servicio del Evangelio, entre ellas la de proclamarlo en el ámbito de la familia. E invoquemos la intercesión de María santísima -cuya advocación como Nuestra Señora del Carmen celebra la Iglesia mañana 16 de julio- para que nuestro Señor Jesucristo, quien nos llama a todos -a cada cual con una vocación específica- a proclamar la Buena Noticia del Reino de Dios con el testimonio de nuestra vida en el cumplimiento de las tareas específicas que nos ha encomendado, nos ayude a realizarla con la fuerza de su Espíritu.

gperezsj@gmail.com

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domingo, 8 de julio de 2012

Pistas para la Homilía, por Jorge Humberto Peláez S.J., TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XIV B (08-julio-2012)


 + 1. Lecturas:
  - a. Profeta Ezequiel 2, 2-5
  - b. II Carta de san Pablo a los Corintios 12, 7-10
  - c. Marcos 6, 1-6

 + 2. Las lecturas de este domingo nos invitan a reflexionar sobre los obstáculos que se presentan al anuncio de la Palabra de Dios:
  - a. En la primera lectura, se nos narra la misión que Dios confía al profeta Ezequiel: “Yo te envío a los israelitas, a un pueblo rebelde, que se ha sublevado contra mí. A ellos te envío para que les comuniques mis palabras”.
  - b. El profeta Ezequiel cumplió con su misión profética en unas condiciones difíciles, tal como lo habían vivido los profetas que lo precedieron y los que vendrían después de él. La historia del pueblo elegido siempre estuvo marcada por la tensión entre el Dios de la Alianza que exigía exclusividad y las conductas erráticas del pueblo, que muchas veces regresó a las viejas prácticas idolátricas y se apartó de la Ley del Señor. La relación de exclusividad, que era el núcleo de la alianza (“Yo seré tu Dios y tú serás mi pueblo”) no siempre fue el criterio seguido por la comunidad en sus decisiones.
  - c. Por su parte, el evangelista Marcos nos describe la fría recepción que encontró Jesús cuando regresó a su tierra por parte de aquellos que lo habían conocido desde la infancia y tenían serios interrogantes sobre su misión; ellos comentaban: “¿Dónde aprendió este hombre tantas cosas? ¿De dónde le viene esa sabiduría y ese poder para hacer milagros? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María?”. Ante el escepticismo de los suyos, Jesús observa: “Todos honran a un profeta, menos los de su tierra, sus parientes y los de su casa”.

 + 3. No pensemos que el profeta Ezequiel y Jesús vivieron situaciones excepcionales de rechazo por parte de algunos sectores. Se trata de una experiencia que afecta a todas aquellas personas que desenmascaran los comportamientos negativos y anuncian la Palabra de Dios en medio de una sociedad que tiene intereses diametralmente opuestos.

 + 4. ¿Cuáles son algunos de los aprendizajes de los que debemos tomar atenta nota para la acción evangelizadora de la Iglesia en nuestros tiempos?
  - a. En primer lugar, hay que conocer en profundidad la cultura en medio de la cual se proclama la Buena Noticia de la salvación, con sus valores y antivalores, sensibilidades y prejuicios. No es lo mismo anunciar a Jesús en un ambiente campesino que hacerlo en un barrio azotado por las pandillas juveniles.
  - b. En segundo lugar, la acción evangelizadora de la Iglesia debe leer con atención los signos de los tiempos para pronunciar una palabra oportuna en un mundo en el que los escenarios políticos, económicos y culturales cambian rápidamente. Recordemos que hace unos pocos meses se respiraba una atmósfera de optimismo por el ritmo que llevaba la economía, que se expresaba en robustos indicadores de crecimiento; en este momento, ha cambiado bruscamente el contexto internacional y también se ha visto afectada la gobernabilidad del país. Todo esto impacta las condiciones de vida de los ciudadanos. La acción evangelizadora de la Iglesia debe estar conectada con los hechos cambiantes de la economía y la política; la Palabra de Dios no es un discurso abstracto y atemporal, sino que toca a seres humanos concretos. Es lamentable que muchos sacerdotes pronuncien homilías abstractas, impersonales, como si estuvieran delante de una asamblea de extraterrestres…
  - c. En tercer lugar, hay que recordar que el vehículo más eficaz de transmisión de la Palabra de salvación es el testimonio de vida de los seguidores de Jesús. El mensaje será creíble en la medida en que los fieles muestren la fuerza transformadora de sus principios y valores. Así lo comprendió la primera comunidad apostólica, que sorprendía a los paganos con su testimonio de amor y solidaridad.
  - d. En cuarto lugar, la acción evangelizadora de la Iglesia se debe purificar de aquellas palabras y gestos que muestren arrogancia. El servicio sencillo y oportuno desarma todos los prejuicios. La escena del Lavatorio de los pies, en la Última Cena, debería ser fuente de inspiración para todos aquellos que ocupan posiciones destacadas dentro de la comunidad; con su ejemplo, el Maestro nos mostró que el liderazgo se ejerce sirviendo a los hermanos y no ejerciendo el poder.

 + 5. Las lecturas de hoy nos invitan a reflexionar sobre las dificultades que afronta la acción evangelizadora de la Iglesia. Aprendamos las lecciones del pasado: hay que conocer en profundidad la cultura en medio de la cual se proclama la Buena Nueva de Jesús; hay que estar atentos a las cambiantes condiciones de la sociedad para hacer un anuncio pertinente y que tenga sentido; el testimonio de vida es el medio más eficaz para mostrar la validez de una propuesta de vida; hay que dejar a un lado la arrogancia para prestar un servicio sencillo y oportuno.

jpelaez@javerianacali.edu.co


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Domingo 14 del Tiempo Ordinario Ciclo "B" 8 de julio de 2012


1ª Lectura (Ez 2, 2-5)

Lectura del libro del profeta Ezequiel
En aquellos días, el Espíritu entró en mí, hizo que me pusiera en pie y oí una voz que me decía: "Hijo del hombre, Yo te envío a los israelitas, a un pueblo rebel­de, que se ha sublevado contra Mí. Ellos y sus padres me han traicionado hasta el día de hoy. También sus hijos son testa­rudos y obstinados. A ellos te envío para que les comuniques mis palabras. Y ellos, te escuchen o no, porque son una raza rebelde, sabrán que hay un profeta en medio de ellos". Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (122)

R. Ten piedad de nosotros, ten piedad.
L. En ti, Señor, que habitas en lo alto, fijos los ojos tengo, como fijan sus ojos en las manos de su señor, los siervos /R.
L. Así como la esclava en su señora tiene fijos los ojos, fijos en el Señor están los nuestros, hasta que Dios se apiade de nosotros /R.
L. Ten piedad de nosotros, ten piedad, porque estamos, Señor, hartos de inju­rias; saturados estamos de desprecios, de insolencias y burlas /R.

2ª Lectura (2Co 12. 7-10)

Lectura de la segunda carta del apóstol San Pablo a los Corintios
Hermanos: para que yo no me llene de soberbia por la sublimidad de las revelaciones que he tenido, llevo una espina clavada en mi carne, un enviado de Satanás, que me abofetea para humillarme. Tres veces le he pedido al Señor que me libre de esto, pero El me ha respondido: "Te basta mi gracia, porque mi poder se manifiesta en la debilidad". Así pues, de buena gana prefiero gloriarme de mis debilidades, para que se manifieste en mí el poder de Cristo. Por eso me alegro de las debilidades, los insultos, las necesidades, las persecuciones y las dificultades que sufro por Cristo, porque cuando soy más débil, soy más fuerte. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Lucas 4, 18)


R. Aleluya, aleluya. -El Espíritu del Señor está sobre mí; El me ha enviado para anunciar a los pobres la buena nueva. R. Aleluya.

Evangelio (Mc 6, 1-6)

Lectura del santo Evangelio según san Marcos
A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús fue a su tierra en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, se puso a enseñar en la sinagoga, y la multitud que lo escuchaba se preguntaba con asombro: "¿Dónde aprendió este hombre tantas cosas? ¿De dónde le viene esa sabiduría y ese poder para hacer milagros? ¿Qué no es éste el carpintero, el hijo de María, el hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿No viven aquí, entre nosotros, sus hermanas?" Y estaban desconcertados. Pero Jesús les dijo: "Todos honran a un profeta, menos los de su tierra, sus parientes y los de su casa". Y no pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó a algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y estaba extrañado de la incredulidad de aquella gente. Luego se fue a enseñar en los pueblos vecinos. Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


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domingo, 1 de julio de 2012

Domingo 13 del Tiempo Ordinario Ciclo "B" 1° de Julio de 2012

1ª Lectura (Sab 1, 13-16; 2, 23-24)

Lectura del libro de la Sabiduría
Dios no hizo la muerte, ni se recrea en la destrucción de los vivientes. Todo lo creó para que subsistiera. Las creaturas del mundo son saludables; no hay en ellas veneno mortal. Dios creó al hombre para que nunca muriera, porque lo hizo a imagen y semejanza de sí mismo; mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo y la experimentan quienes le pertenecen. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (29)

R. Te alabaré, Señor, eternamente.
L. Te alabaré, Señor, pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos. Tú, Señor, me salvaste de la muerte y a punto de morir, me reviviste. /R.
L. Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su Nombre, porque su ira dura un solo instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la tarde; por la mañana, el júbilo. /R.
L. Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi ayuda. Convertiste mi duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente. /R.

2ª Lectura (2Cor 8, 7.9.13-15)

Lectura de la Segunda Carta del apóstol San Pablo a los Corintios
Hermanos: Ya que ustedes se distinguen en todo: en fe, palabra, en sabiduría, en diligencia para todo y en amor hacia nosotros, distínganse también ahora por su generosidad. Bien saben lo generoso que ha sido nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se hizo pobre por ustedes, para que ustedes se hicieran ricos con su pobreza. No se trata de que los demás vivan tranquilos, mientras ustedes están sufriendo. Se trata, más bien, de aplicar durante nuestra vida una medida justa; porque entonces la abundancia de ustedes remediará las carencias de ellos, y ellos, por su parte, los socorrerán a ustedes en sus necesidades. En esa forma habrá un justo medio, como dice la Escritura: Al que recogía mucho, nada le sobraba; al que recogía poco, nada le faltaba. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (2Timoteo 1, 10)

R. Aleluya, aleluya.- Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio. R. Aleluya.

Evangelio (Mc 5, 21-43)

Lectura del santo Evangelio según san Marcos
A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, cuando Jesús regresó en la barca al otro lado del lago, se quedó en la orilla y ahí se le reunió mucha gente. Entonces se acercó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se echó a sus pies y le suplicaba con insistencia: "Mi hija está agonizando. Ven a imponerle las manos para que se cure y viva". Jesús se fue con él y mucha gente lo seguía y lo apretujaba. Entre la gente había una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años. Había sufrido mucho a manos de los médicos y había gastado en eso toda su fortuna, pero en vez de mejorar, había empeorado. Oyó hablar de Jesús, vino y se le acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto, pensando que, con sólo tocarle el vestido, se curaría. Inmediatamente se le secó la fuente de su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba curada. Jesús notó al instante que una fuerza curativa había salido de El, se volvió hacia la gente y les preguntó: "¿Quién ha tocado mi manto?" Sus discípulos le contestaron: "Estás viendo cómo te empuja la gente y todavía preguntas: ‘¿Quién me ha tocado?’" Pero El seguía mirando alrededor, para descubrir quién había sido. Entonces se acercó la mujer, asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado; se postró a sus pies y le confesó la verdad. Jesús la tranquilizó, diciendo; "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad". Todavía estaba hablando Jesús, cuando unos criados llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle a éste: "Ya se murió tu hija. ¿Para qué sigues molestando al Maestro?" Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: "No temas. Basta que tengas fe". No permitió que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús el alboroto de la gente y oyó los llantos y los alaridos que daban. Entró y les dijo: "¿Qué significa tanto llanto y alboroto? La niña no está muerta, está dormida". Y se reían de El. Entonces Jesús echó fuera a la gente, y con los padres de la niña y sus acompañantes, entró a donde estaba la niña. La tomó de la mano y le dijo: "¡Talitá, kum!", que significa: "¡Óyeme, niña, levántate!" La niña, que tenía doce años, se levantó inmediatamente y se puso a caminar. Todos se quedaron asombrados. Jesús les ordenó severamente que no lo dijeran a nadie y les mandó que le dieran de comer a la niña. Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


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Pistas para la Homilía, por Jorge Humberto Peláez S.J., TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XIII B (01-julio-2012)

 + 1. Lecturas:
  - a. Libro de la Sabiduría 1, 13-15; 2, 23-24
  - b. II Carta de san Pablo a los Corintios 8, 7.9. 13-15
  - c. Marcos 5, 21-43

 + 2. Las lecturas que nos propone la liturgia dominical giran alrededor del tema de la VIDA, que es el valor básico, anterior a todos los demás valores:
  - a. El libro de la Sabiduría nos habla de Dios como fuente de la vida, como su promotor y defensor, que creó al hombre a imagen y semejanza suya para que fuera administrador responsable de la Creación.
  - b. El evangelio de Marcos nos presenta a Jesús, que interviene milagrosamente para devolver la vida a la hija de Jairo, quien era uno de los jefes de la sinagoga, y para restaurar la salud y la calidad de vida de una mujer que padecía continuas hemorragias. Centremos, pues, nuestra reflexión en el don de la vida.

 + 3. El libro de la Sabiduría hace una afirmación contundente: “Dios no hizo la muerte, ni se recrea en la destrucción de los vivientes. Todo lo creó para que subsistiera”:
  - a. Esta afirmación del libro de la Sabiduría contrasta con algunas escuelas de pensamiento impregnadas de pesimismo, que ven la existencia humana condenada a la aniquilación, pues interpretan la muerte biológica como punto final que nos lanza a un vacío de oscuridad y destrucción.
  - b. El Dios que se ha manifestado en Jesucristo es Dios de vida; otra cosa muy diferente son algunos de sus seguidores que han sembrado dolor y muerte pretendiendo defender la verdad; en concreto, me refiero a esos capítulos oscuros de la historia de la Iglesia como las Guerras de religión, las cruzadas, la Inquisición…
  - c. Las acciones de muerte, tristemente presentes en todas las culturas, son enemigas irreconciliables de la cultura de la vida, que se nutre de una teología de la Creación que ve las maravillas del microcosmos y del macrocosmos como un himno a la sabiduría infinita de Dios que crea la vida. Sin embargo, las ambiciones humanas han querido introducir el caos en el proyecto original de Dios; el libro de la Sabiduría expresa esta cruel realidad en el lenguaje propio de su época: “Por envidia del diablo entró la muerte en el mundo y la experimentan quienes le pertenecen”.

 + 4. El evangelista Marcos nos muestra la sensibilidad de Jesús ante el dolor del padre que ha perdido a su hija, y ante el drama de una mujer que por muchos años ha visto debilitada su salud por las continuas hemorragias que la aquejaban:
  - a. Su corazón era sensible a las necesidades de las personas que salían a escucharlo. Una vez eran las palabras conmovedoras salidas de lo más profundo del dolor humano, como en el caso de Jairo: “Mi hija está agonizando. Ven a imponerle las manos para que se cure y viva”; otras veces percibe el gesto silencioso de una persona necesitada, como en el caso de la mujer enferma, de la cual nos habla Marcos en el texto que hemos leído, quien “oyó hablar de Jesús, vino y se le acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido se curaría. Inmediatamente se le secó la fuente de su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba curada”.
  - b. Ahora bien, todas las acciones milagrosas de Jesús van mucho más allá del hecho físico que suscitaba tanta admiración, y son manifestaciones de gracia y momentos de salvación; por eso le dice a Jairo: “No temas; basta que tengas fe”; y a la mujer la tranquilizó diciéndole: “Hija, tu fe te ha curado; vete en paz y queda sana de tu enfermedad”.

 + 5. Como lo dijimos al comienzo de nuestra reflexión, las lecturas litúrgicas de este domingo giran alrededor del tema de la VIDA: Dios que la crea y la conserva, y Dios que la devuelve a los muertos y a los enfermos. Demos un paso adelante en nuestra reflexión y preguntémonos ¿cuáles son nuestras responsabilidades frente a la vida ya que somos colaboradores en la obra creadora y salvadora de Dios? No cabe una sola respuesta, pues todo dependerá del rol que desempeñemos en la Iglesia y en la sociedad:
  - a. Son actores principalísimos en la acción creadora de Dios los padres y madres que engendran hijos. Su capacidad de generar vida los hace partícipes, de manera particularmente cercana, del poder de Dios. Por eso la paternidad y la maternidad deben ser ejercidas responsablemente sabiendo que es una tarea que se ejerce a lo largo de toda la vida; ser papá y mamá no es un oficio que se ejerce “de tiempo parcial”, sino que es una opción de vida.
  - b. Los educadores servimos al Dios de la vida ofreciendo a los niños y a los jóvenes las herramientas de valores, conocimientos y habilidades para que puedan tener una existencia útil y se realicen como personas y como ciudadanos.
  - c. Los líderes de opinión sirven al Dios de la vida debatiendo los temas de interés común de manera que las políticas públicas protejan a los más débiles y se respeten los derechos humanos fundamentales.
  - d. Los profesionales de la salud sirven al Dios de la vida trabajando en la prevención de las enfermedades, educando en hábitos saludables de vida, prestando unos servicios de salud que tengan rostro humano, favoreciendo las condiciones para vivir y morir con dignidad.
  - e. Los ciudadanos de la base servimos al Dios de la vida denunciando las inequidades, favoreciendo la inclusión social, llevando a cabo acciones de solidaridad de acuerdo con las posibilidades de cada uno y protegiendo la naturaleza de la acción depredadora de un desarrollo enloquecido que está acabando con los recursos de la Tierra.

 + 6. Que estas reflexiones, inspiradas en las lecturas de este domingo, nos motiven para asumir nuestras responsabilidades como colaboradores en la obra creadora de Dios, promoviendo y defendiendo el valor de la VIDA en todas sus expresiones.


jpelaez@javerianacali.edu.co


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