domingo, 29 de enero de 2012

Domingo 4 del Tiempo Ordinario Ciclo "B" - 29 de Enero de 2012 -

1ª Lectura (Dt 18, 15-20)

Lectura del libro del Deuteronomio
En aquellos días habló Moisés al pueblo diciendo: "El Señor Dios hará surgir en medio de ustedes, entre sus hermanos, un profeta como yo. A él lo escucharán. Eso es lo que pidieron al Señor, su Dios, cuando estaban reunidos en el monte Horeb: "No queremos volver a oír la voz del Señor nuestro Dios, ni volver a ver otra vez ese gran fuego; pues no queremos morir". El Señor me respondió: "Está bien lo que han dicho. Yo haré surgir en medio de sus hermanos un profeta como tú. Pondré mis palabras en su boca y él dirá lo que le mande yo, a quien no escuche las palabras que él pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas. Pero el profeta que se atreva a decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de otros dioses, será reo de muerte. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (94)

R. Señor, que no seamos sordos a tu voz.
L. Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva. Acerquémonos a El, llenos de júbilo, y démosle gracias. /R.
L. Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos hizo, pues El es nuestro Dios y nosotros su pueblo, El es nuestro pastor y nosotros sus ovejas. /R.
L. Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando sus padres duraron de mí, aunque habían visto mis obras". /R.

2ª Lectura (1Co 7, 32-35)

Lectura de la Primera Carta del apóstol San Pablo a los corintios

Hermanos: Yo quisiera que ustedes vivieran sin preocupaciones. El hombre soltero se preocupa de las cosas del Señor y de cómo agradarle; en cambio, el hombre casado se preocupa de las cosas de esta vida y de como agradarle a su esposa, y por eso tiene dividido el corazón. En la misma forma, la mujer que ya no tiene marido y la soltera se preocupan de las cosas del Señor y se pueden dedicar a él en cuerpo y alma. Por el contrario, la mujer casada se preocupa de las cosas de esta vida y de cómo agradarle a su esposo. Les digo todo esto para bien de ustedes. Se lo digo, no para ponerles una trampa, sino para que puedan vivir constantemente y sin distracciones en presencia del Señor, tal como conviene. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Mt 4, 16)

R. Aleluya, aleluya.- El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivían en tierra de sombras una luz resplandeció. R. Aleluya.

Evangelio (Mc 1, 21-28)

Lectura del santo Evangelio según san Marcos

A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, se hallaba Jesús en Cafarnaúm y el sábado  fue a la sinagoga y se puso a enseñar. Los oyentes quedaron asombrados de sus palabras, pues enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas. Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: "¿Qué quieres tú con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros? Ya sé quien eres: el santo de Dios" Jesús le ordenó:"¡Cállate y sal de él!"  El espíritu inmundo sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido, salió de él. Todos quedaron estupefactos y se preguntaban: "¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta? Este hombre tiene autoridad para mandar hasta a los espíritus inmundos y lo obedecen? ". Y muy pronto se extendió su fama por toda Galilea. Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


http://www.homilia.org/lecturas.htm

Encuentros con la Palabra, por Hermann Rodríguez Osorio, S.J., Domingo IV del tiempo ordinario – Ciclo B (Marcos 1, 21-28) – 29 de enero de 2012

“Después que metieron a Juan en la cárcel...”

Dicen que un hombre se lanzó de un avión en su paracaídas y al llegar a tierra quedó colgado de un árbol, sin poder bajarse. Cuando pasó alguien por allí, el hombre que pendía del árbol preguntó: “– ¿Podría usted decirme dónde estoy?” “– Desde luego. Usted está colgado de un árbol”, respondió el transeúnte. El hombre que colgaba del paracaídas preguntó entonces: “– ¿Es usted sacerdote?” “– Si – respondió el transeúnte. – ¿Cómo lo supo?” “– Porque lo que usted dice es verdad, pero no sirve para nada...”.

Esta historia refleja un tipo de enseñanza contraria a la de Jesús, que enseñaba de una manera nueva, “con plena autoridad y no como los maestros de la ley”. Enseñar con autoridad es enseñar de tal manera que se ayude a los demás a encontrar solución a sus problemas y sentido a sus vidas. No se trata sólo de cosas útiles y prácticas, sino de un tipo de enseñanza que ayuda a las personas a ser ‘autores/as’ de sus vidas. Esto es lo que significa ‘autoridad’. Por tanto, una persona que enseña con autoridad no sólo ofrece información sobre los temas que trata, sino que ayuda a vivir más plenamente la vida, encontrando su sentido más profundo.

Todos hemos conocido, a lo largo de nuestra formación, profesores y profesoras que nos han enseñado cosas de interés e importancia para nuestro crecimiento intelectual, y los hemos considerado buenos y necesarios. Pero, seguramente, también hemos tenido algunos maestros y maestras que nos han enseñado a vivir con sentido. Estos son indispensables. Desgraciadamente, son más escasos y podemos decir que encontrar un verdadero maestro o una verdadera maestra, es una de las bendiciones más grandes que Dios nos puede conceder para nuestro crecimiento como seres humanos. Sin ellos, la vida sería mucho más difícil y los caminos de este mundo, menos amables.

De igual forma, podríamos preguntarnos por nuestro papel como docentes. Lo que enseñamos a los que nos rodean, se parece más al tipo de enseñanza de Jesús, o a la manera de enseñar del sacerdote de la historia con la que comenzamos. Podemos comunicar cosas que son verdad, pero que no sirven para nada, o enseñamos haciendo vida lo que decimos: “Jesús reprendió a aquel espíritu, diciéndole: – ¡Cállate y deja a este hombre! El espíritu impuro hizo que el hombre le diera un ataque, y gritando con gran fuerza salió de él. Todos se asustaron, y se preguntaban unos a otros: – ¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, y con plena autoridad! ¡Incluso a los espíritus impuros da órdenes, y lo obedecen!”

Pidamos para que nuestra forma de enseñar sea como la de Jesús. Llena de autoridad para ayudar a las personas que tenemos cerca, a crecer y vivir más plenamente, de manera que si alguien que cuelga de un árbol en el que se ha enredado su paracaídas, nos pregunta dónde está, podamos ofrecerle no sólo la información que ya tiene, sino las coordenadas de su ubicación, de manera que pueda encontrar el rumbo hacia su propia casa.


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domingo, 22 de enero de 2012

Domingo 3 del Tiempo Ordinario Ciclo "B" - 22 de Enero de 2012 -

1ª Lectura (Jon 3, 1-5.10)

Lectura del libro del profeta Jonás
En aquellos días, el Señor volvió a hablar a Jonás y le dijo: "Levántate y vete a Nínive, la gran capital, para anunciar ahí el mensaje que te voy a indicar". Se levantó Jonás y se fue a Nínive, como le había mandado el Señor. Nínive era una ciudad enorme: hacían falta tres días para recorrerla. Jonás caminó durante un día, pregonando:"Dentro de cuarenta días Nínive será destruida". Los nínivitas creyeron en Dios, ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal, grandes y pequeños. Cuando Dios vio sus obras y como se convertían de su mala vida, cambió de parecer y no les mandó el castigo que había determinado imponerles. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (24)

R. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
L. Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza. /R.
L. Acuérdate Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. /R.
L. Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos. /R.

2ª Lectura (1Co 7, 29-31)

Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los corintios
Hermanos, Les quiero decir una cosa: la vida es corta. Por tanto, conviene que los casados vivan como si no lo estuvieran; los que sufren, como si no sufrieran; los que están alegres, como si no se alegraran, los que compran, como si no compraran; los que disfrutan del mundo, como si no disfrutaran de él; porque este mundo que vemos es pasajero. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Mc 1, 15)

R. Aleluya, aleluya.- El Reino de Dios está cerca, dice el Señor, arrepiéntanse y crean en el Evangelio. R. Aleluya.

Evangelio (Mc 1, 14-20)

Lectura del santo Evangelio según San Marcos
A. Gloria a ti, Señor.
Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: "Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio". Caminaba Jesús por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano Andrés, echando las redes en el lago, pues eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme y haré de ustedes pescadores de hombres". Inmediatamente dejaron las  redes y lo siguieron. Un poco más adelante, vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca, remendando sus redes. Los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre con los trabajadores, se fueron con Jesús. Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


http://www.homilia.org/lecturas.htm

Pistas para la Homilía, por Jorge Humberto Peláez S.J., TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO III B (22-enero-2012)

 + 1. Lecturas:
  - a. Jonás 3, 1-5. 10
  - b. I Carta de san Pablo a los Corintios 7, 29-31
  - c. Marcos 1, 14-20

 + 2. En las primeras etapas de su vida apostólica, Jesús selecciona a los miembros de su equipo de colaboradores, los doce apóstoles. No estamos frente a una decisión simplemente operativa, sino ante algo que reviste profunda significación teológica: la historia de la salvación es la acción de Dios en la comunidad; no se trata, pues, del protagonismo de los individuos sino de un camino que se hace como pueblo de Dios; en el Antiguo Testamento el pueblo de Dios se identificaba con la pertenencia a Israel; Cristo resucitado se manifiesta a todas las naciones, siendo la universalidad la característica del nuevo Pueblo de Dios que es la Iglesia. La escogencia de los primeros discípulos es el comienzo de ese nuevo Pueblo de Dios.

 + 3. Este equipo de colaboradores deberá asumir unas tareas importantísimas:
  - a. ¿Qué habríamos dicho si hubiéramos sido consultados sobre el perfil y las competencias de ellos? Muy probablemente hubiéramos definido un perfil que tuviera en cuenta una sólida formación religiosa, un conocimiento profundo de las tradiciones de Israel, conducta intachable, compromiso de fe, destrezas para la comunicación y las relaciones interpersonales.
  - b. Este perfil trazado por nosotros, dentro de una lógica de la eficiencia, ciertamente habría sido rechazado por Jesús, quien escogió a hombres rudos dedicados a la pesca; ahora bien, eran profundamente religiosos, honestos y generosos. Tenían todo el potencial para ser formados; eran tierra fértil donde germinaría la semilla de las enseñanzas de Jesús.
  - c. La construcción del Reino de Dios tiene una lógica diferente a la lógica de las empresas humanas, y su éxito no se mide con indicadores cuantitativos.

 + 4. Veamos ahora cuál fue la metodología que siguió para hacer la selección:
  - a. Nos dice el evangelista Marcos: “Caminaba Jesús por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano Andrés, echando las redes en el lago. Un poco más adelante, vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca, remendando sus redes”. Vemos, pues, que Jesús no abrió una convocatoria ni estudió hojas de vida; su método de selección fue el encuentro personal que le permitió valorar a estos personajes.
  - b. El texto de Marcos es de una gran sobriedad, y no nos ofrece detalles del encuentro; sólo nos permite conocer el resultado final; ahora bien, legítimamente podemos suponer que hubo un saludo inicial, unos comentarios generales sobre la actividad pesquera que ellos realizaban y Jesús, con el tacto que lo caracterizaba, debió introducir temas relacionados con la experiencia religiosa de estos pescadores, de manera que expresaran sus valores y actitudes profundas. Y como consecuencia de la “química” favorable que se estableció entre Jesús y las dos parejas de hermanos, les formuló una propuesta.

 + 5. ¿A qué los invita Jesús? Los invita a compartir su proyecto, que es presentado a través de un lenguaje que les era familiar: “Haré de ustedes pescadores de hombres”. En estas palabras identificamos dos características: por una parte, es algo claro y sencillo; por otra parte, se trata de una invitación que los transformará para siempre no solo a ellos sino a millones de seguidores de Jesús a lo largo de la historia.

 + 6. El evangelista Marcos nos relata las conclusiones de estos dos encuentros:
  - a. En el caso de Simón y Andrés, nos dice que “inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron”
  - b. En cuanto a Santiago y Juan, nos dice que “los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre con los trabajadores, se fueron con Jesús”.
  - c. El texto del evangelista Marcos deja constancia del impacto que ejerció Jesús sobre estas dos parejas de hermanos, quienes dieron una respuesta incondicional a la invitación que acababan de escuchar.

 + 7. ¿Qué mensaje concreto podemos extraer quienes participamos en esta eucaristía dominical?
  - a. El camino de la fe es una respuesta confiada e incondicional a una iniciativa del amor de Dios, que nos llama a compartir su vida y nos ha constituido, en Cristo, como hijos suyos. El SÍ que pronuncia el creyente no es algo abstracto sino que se concreta en el proyecto de vida, teniendo muy claro que no existe un formato único para seguir a Jesús.
  - b. El Espíritu Santo suscita carismas y vocaciones muy diversas, y son innumerables las posibilidades de servir a Dios en los hermanos.
  - c. De ahí la importancia de favorecer un clima de oración y reflexión que nos permita escuchar la voz de Dios que nos habla a través de los acontecimientos de nuestra historia personal.


jpelaez@javerianacali.edu.co


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domingo, 15 de enero de 2012

Domingo 2 del Tiempo Ordinario Ciclo "B" - 15 de Enero de 2012 -

1ª Lectura (1 Sam 3, 3b-10. 19)

Lectura del Primer libro de Samuel
En aquellos días, el joven Samuel servía en el templo a las órdenes del sacerdote Elí. Una noche, estando Elí acostado en su habitación y Samuel en la suya, dentro del santuario donde se encontraba el Arca de Dios, el Señor llamó a Samuel y éste respondió: "Aquí estoy". Fue corriendo a donde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy, ¿Para qué me llamaste?" Respondió Elí: "Yo no te he llamado. Vuelve a acostarte". Samuel se fue a acostar. Volvió el Señor a llamarlo y él se levantó, fue donde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy. ¿Para qué me llamaste?" Respondió Elí: "No te he llamado, hijo mío. Vuelve a acostarte". Aún no conocía Samuel al Señor, pues la palabra del Señor no le había sido revelada. Por tercera vez llamó el Señor a Samuel; éste se levantó fue a donde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy. ¿Para qué me llamaste?". Entonces comprendió Elí que era el Señor quien llamaba al joven y dijo a Samuel: "Ve a acostarte y si te llama alguien dile: 'Habla, Señor, tu siervo te escucha'". Y Samuel se fue a acostar. De nuevo el Señor se presentó y lo llamó como antes: "Samuel, Samuel". Este respondió: "Habla, Señor, tu siervo te escucha" Samuel creció y el Señor estaba con él. Y todo lo que el Señor le decía, se cumplía. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (39)

R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
L. Esperé en el Señor con gran confianza, Él se inclinó hacia mí y escuchó mis plegarias. Él me puso en la boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. /R.
L. Sacrificios y ofrendas no quisiste, abriste, en cambio, mis oídos a tu voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: "Aquí estoy". /R.
L. En tus libros se me ordena hacer tu voluntad: esto es, Señor, lo que deseo: tu ley en medio de mi corazón. /R.
L. He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú lo sabes, Señor. /R.

2ª Lectura (1Co 6,13-15.17-20)

Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios
Hermanos: El cuerpo no es para fornicar, sino para servir al Señor; y el Señor para santificar el cuerpo. Dios resucitó al Señor y nos resucitará también a nosotros con su poder. ¿No saben ustedes que sus cuerpos son miembros de Cristo? Y el que se une al Señor, se hace un solo espíritu con él. Huyan, por tanto, de la fornicación. Cualquier otro pecado que cometa una persona, queda fuera de su cuerpo; pero el que fornica, peca contra su propio cuerpo. ¿O es que no saben ustedes que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, que han recibido de Dios y habita en ustedes? No son ustedes sus propios dueños, porque Dios los ha comprado a un precio muy caro. Glorifiquen pues, a Dios con el cuerpo. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Jn 1,41.17)

R. Aleluya, aleluya. - Hemos encontrado a Cristo el Mesías. La gracia y la verdad nos ha llegado por Él. /R. Aleluya.

Evangelio (Jn 1, 35-42)

Lectura del santo Evangelio según San Juan
A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo estaba Juan el Bautista con dos de sus discípulos, y fijando los ojos en Jesús, que pasaba dijo: "Este el Cordero de Dios". Los dos discípulos, al oír estas palabras, siguieron a Jesús. El se volvió hacía ellos y viendo que lo seguían, les preguntó: "¿Qué buscan?" Ellos le contestaron;"¿Dónde vives, Rabí?" (Rabí significa "maestro"). El les dijo "Vengan a ver". Fueron pues, vieron donde vivía y se quedaron con él ese día. Eran como las cuatro de la tarde. Andrés hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron lo que Juan el Bautista decía y siguieron a Jesús. El primero a quien encontró Andrés, fue a Simón Pedro, y le dijo: "Hemos encontrado al Mesías" (que quiere decir el "Ungido"). Lo llevó donde estaba Jesús y éste fijando en él la mirada, le dijo: "Tú eres Simón hijo de Juan. Te llamaras Kefas" (que significa Pedro, es decir "roca"). Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


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El Mensaje del Domingo , por Gabriel Jaime Pérez, S.J., EL BAUTISMO DEL SEÑOR, Domingo 15 de Enero de 2012

En aquel tiempo, Juan el Bautista en su predicación decía: "Después de mí viene uno más poderoso que yo, que ni siquiera merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua; pero él los bautizará con el Espíritu Santo." Por aquellos días Jesús salió de Nazaret, que está en la región de Galilea, y Juan lo bautizó en el río Jordán. En el momento de salir del agua, Jesús vio que el cielo se abría y que el Espíritu bajaba sobre él como una paloma. Y se oyó una voz del cielo, que decía: “Tú eres mi Hijo amado, a quien he elegido.” (Marcos 1, 7-11).

Después de las fiestas de la Navidad y la Epifanía,  la Iglesia nos invita este domingo, con el cual comienza el llamado “Tiempo Ordinario” de la liturgia, a contemplar los hechos y las enseñanzas de Jesús desde el inicio de su vida pública, inaugurada con su Bautismo en el río Jordán. Tratemos de descubrir el significado de este acontecimiento a la luz de los elementos narrativos que nos presenta el relato del Evangelio (Mt 3,13-17) y relacionándolos con las otras lecturas de este domingo.

 + 1. El bautismo: un rito que adquiere su pleno significado en Jesucristo

El verbo “bautizar” proviene del griego y significa sumergir. El rito del bautismo consiste originariamente en sumergirse o ser sumergida una persona en el agua, elemento imprescindible de la vida, para expresar así el paso a una existencia renovada mediante un nuevo nacimiento: así como el ser humano desde el comienzo de su existencia no puede subsistir sin el agua como medio vital, el bautismo manifiesta el paso a una vida nueva.

Juan invitaba al bautismo en el río Jordán para expresar una sincera voluntad de renovación. Jesús insiste en recibir el bautismo porque “es conveniente cumplir todo lo que Dios ha ordenado”, y de esta forma indica que ha venido a hacer la voluntad de su Padre. En esto se compendia precisamente todo el programa de su vida en la tierra: hacer la voluntad de Dios, la misma que Él nos enseñó a cumplir con una disposición total expresada en la oración que nos iba a enseñar para dirigirnos a nuestro Creador: “hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo”

Esto quiere decir que Él mismo, siendo inocente, llevaría sobre sí el pecado del mundo para cumplir la voluntad de Dios: hacernos posible el paso a una auténtica vida nueva, a imagen de la suya como Hijo de Dios.

 + 2. “Vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él”

Al describir el Bautismo de Jesús, el Evangelio utiliza el lenguaje propio de las llamadas teofanías o manifestaciones especiales de Dios. En este pasaje evangélico, la imagen de la paloma evoca dos relatos simbólicos del libro bíblico del Génesis:

Por una parte, el relato de la creación, donde se dice que “el Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas” (Génesis 1, 2). Y por otra el del diluvio universal, cuando al terminar la tempestad Noé soltó una paloma que regresó al arca con una rama de olivo en el pico (Génesis 8, 10-12), significando no sólo que después de la tempestad vino la calma, sino que recomenzaba  la vida en la tierra, gracias a una nueva creación.

La figura de la paloma que se posa sobre Jesús en el momento de su bautismo, significa entonces al comienzo de una nueva creación que Dios Padre realiza por medio de Él. Una nueva creación en la cual se manifiesta la acción renovadora del Espíritu Santo, -simbolizado por la paloma-, que hará posible la paz en la existencia humana, gracias a la acción salvadora del amor de Dios. El relato del Bautismo del Señor es así una proclamación del misterio de la Santísima Trinidad.

 + 3. “Este es mi Hijo, el amado, el predilecto”

La fiesta del Bautismo del Señor actualiza para nosotros la manifestación de Jesús como Hijo de Dios, título dado por los profetas al Mesías prometido que iniciaría el reinado de Dios mismo en los corazones de quienes estuvieran dispuestos a dejarse transformar por su acción salvadora. Tal es a su vez el sentido de la profecía de Isaías en la primera lectura: “Este es mi servidor…, mi elegido a quien prefiero. Sobre él he puesto mi Espíritu” (Isaías 42, 1-7).

Resalta aquí la correspondencia entre el título de Hijo de Dios y el de Siervo o Servidor del Señor. Aquél hombre nacido en Belén de Judá,  proveniente de una familia humilde y sencilla residente en  la pequeña aldea de Nazaret, y que en el momento de su Bautismo en el río Jordán fue proclamado Hijo de Dios, va a presentarse a sí mismo, de palabra y de obra, como quien no vino a ser servido, sino a servir. Toda su vida, desde su nacimiento en una pesebrera hasta su muerte en una cruz, es la manifestación de esta correspondencia entre su condición de Hijo de Dios y su misión de Servidor.

En efecto, Jesús iba a estar siempre en medio de los seres humanos precisamente en calidad de servidor: servidor de Dios mediante el servicio a todos los seres humanos, tal como nos lo describe el discurso del apóstol Pedro en la segunda lectura, “fue ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo” y “pasó haciendo el bien” (Hechos de los Apóstoles 10, 34-38).

También nosotros en el sacramento del Bautismo hemos recibido al Espíritu Santo, que hace posible en nuestra existencia una vida nueva como hijos e hijas de Dios para en todo amarlo y servirlo, participando así en su reino de amor y de paz, en esta vida y en la eterna. Que esta posibilidad se haga efectiva depende de nuestra disposición a escuchar y poner en práctica sus enseñanzas, identificándonos con Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios y el Servidor por excelencia. Que así sea.-


gperezsj@gmail.com


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domingo, 8 de enero de 2012

Solemnidad de la EPIFANÍA del SEÑOR - Tiempo de Navidad - Ciclo "B" 08 de Enero de 2012

1ª Lectura (Is 60, 1-6)

Lectura del libro del Profeta Isaías.
Levántate y resplandece, Jerusalén, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor alborea sobre ti. Mira: las tinieblas cubren la tierra y espesa niebla envuelve a los pueblos; pero sobre ti resplandece el Señor y en ti, se manifiesta su gloria. Caminarán los pueblos a tu luz y los reyes, al resplandor de tu aurora. Levanta los ojos y mira alrededor: todos se reúnen y vienen a ti; tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces verás esto radiante de alegría; tu corazón se alegrará, y se ensanchará, cuando se vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos y dromedarios, procedentes de Madián y de Efá. Vendrán todos los de Sabá trayendo incienso y oro y proclamando las alabanzas del Señor. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (71)


R. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.

L. Comunica, Señor, al rey tu juicio y tu justicia, al que es hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente. /R.
L. Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro de la tierra. /R.
L. Los reyes de occidente y de las islas le ofrecerán sus dones. Ante E1 se postrarán todos los reyes y todas las naciones. /R.
L. Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida al desdichado. /R.

2ª Lectura (Ef 3, 2-3. 5-6)

Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los Efesios.
Hermanos: Han oído hablar de la distribución de la gracia de Dios, que se me ha confiado en favor de ustedes. Por revelación se me dio a conocer este misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, pero que ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: es decir, que por el Evangelio, también los paganos son coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Jesucristo. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Mateo 2, 2)

R. Aleluya, aleluya. -Hemos visto su estrella en el Oriente y hemos venido a adorar al Señor. R. Aleluya.

Evangelio (Mt 2, 1-12)

Lectura del santo Evangelio según san Mateo
A. Gloria a ti, Señor.
Jesús nació en Belén de Judá, en tiempos del rey Herodes. Unos magos de Oriente llegaron entonces a Jerusalén y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos surgir su estrella y hemos venido a adorarlo". Al enterarse de esto, el rey Herodes se sobresaltó y toda Jerusalén con él. Convocó entonces a los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: "En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres en manera alguna la menor entre las ciudades ilustres de Judá, pues de ti saldrá un jefe, que será el pastor de mi pueblo, Israel". Entonces Herodes llamó en secreto a los magos, para que le precisaran el tiempo en que se les había aparecido la estrella y los mandó a Belén, diciéndoles: "Vayan a averiguar cuidadosamente qué hay de ese niño, y cuando lo encuentren, avísenme para que yo también vaya a adorarlo". Después de oír al rey, los magos se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto surgir, comenzó a guiarlos, hasta que se detuvo encima de donde estaba el Niño. Al ver de nuevo la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa y vieron al Niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron. Después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Advertidos durante el sueño de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.  Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


http://www.homilia.org/lecturasEpifania.html

El Mensaje del Domingo , por Gabriel Jaime Pérez, S.J., LA EPIFANÍA DEL SEÑOR, Domingo 8 de Enero de 2012

 + 1. La “Epifanía” es una manifestación de la universalidad del reino de Dios

La fiesta que en el lenguaje popular  se conoce como de los “Reyes Magos”, cuya fecha tradicional es el 6 de enero, recibe en la Iglesia el nombre oficial de Epifanía del Señor, y en Colombia, como también en otros países, viene desde hace algún tiempo celebrándose litúrgicamente el domingo que le sigue al primer día del año civil.

El vocablo griego epi-fanía significa “super-manifestación”, y la liturgia lo aplica a Jesús para expresar que en Él se manifiesta el cumplimiento de la promesa de un Mesías que vendría al mundo para establecer el reinado de Dios, y que iba a ser reconocido como Señor por todas las naciones.

Así lo había predicho el libro de Isaías unos cinco siglos antes en el texto bíblico de la primera lectura (Isaías 60, 1-6), de acuerdo con el sentido más profundo del Salmo 72 (71), que se recitaba en la ceremonia de entronización de los reyes descendientes de David. Y este mismo es el sentido de lo que dice el apóstol san Pablo en la segunda lectura, tomada de su carta a los primeros cristianos de la ciudad Éfeso en el Asia Menor -actualmente la nación de Turquía- (Efesios 3, 2-6), al  referirse a los “gentiles” -es decir, los que no pertenecen a la raza judía- como igualmente destinatarios de la acción salvadora de Dios en persona por medio de su Hijo Jesucristo.

 + 2. El significado de los “Magos de Oriente” y la estrella que los guía

El texto del Evangelio (Mateo 2, 1-12) no es un relato estrictamente histórico. Pertenece a un género literario llamado en hebreo midrash: una narración con el fin de presentar una enseñanza. El relato evangélico, que no dice que eran reyes, ni que eran magos ni que eran tres (aunque tres son los dones que ofrecen), ni cuáles eran sus nombres, razas o nacionalidades (aunque se indica que eran unos sabios que venían de Oriente), consiste en una invitación a reconocer la epi-fanía o super-manifestación del inicio del reinado universal de Dios en la tierra desde el comienzo de la vida humana de Jesús.

Los nombres de Gaspar, Baltasar y Melchor, mencionados en un Evangelio apócrifo (no reconocido oficialmente por la Iglesia), escrito en el siglo II d.C. y atribuido al apóstol Bartolomé, aparecieron en un Códice de la Biblioteca de París, entre los siglos V y VII después de Cristo. Sus distintas razas fueron atribuidas en el siglo XVI, en relación con los hijos de Noe: Sem, antepasado originario de los asiáticos, es representado por Gaspar; Cam, antepasado originario de los africanos, es representado por Baltasar; y Jafet, antepasado originario  de los europeos, es representado por Melchor.

La estrella se ha explicado de diferentes maneras. El gran científico Johannes Keppler dijo en 1606 que fue un fenómeno astronómico debido a la conjunción de la Tierra con Saturno y Júpiter. Para la Iglesia, más allá de las especulaciones astronómicas, se trata de la luz divina que guía a todos los pueblos para que reconozcan en Jesús al Señor del universo.

 + 3. El significado de los dones ofrecidos a Jesús

Además de anunciar simbólicamente lo que ocurriría en el transcurso posterior de la historia de la humanidad, cuando los poderosos y los sabios de este mundo se postrarían para reconocer y adorar en el humilde niño Jesús al Rey del Universo, los dones de oro, incienso y mirra han sido interpretados como signos respectivamente de la realeza, la divinidad y la humanidad de Jesús.

En efecto, con el oro mostraban los reyes su soberanía, con el incienso se expresaba la adoración a Dios, y la  mirra se empleaba en los ritos funerarios orientales para embalsamar los cuerpos, con lo cual se simboliza la humanidad mortal de Jesucristo).

Acojamos la enseñanza que nos trae el relato simbólico de la Epifanía, siguiendo como los sabios la estrella que nos conduce a reconocer en Jesús al Señor de nuestras vidas, abriéndole nuestros corazones para ofrecerle todo lo que somos y tenemos, de modo que Él reine de verdad en cada uno de nosotros y en los ambientes en los que transcurre nuestra existencia.-


gperezsj@gmail.com


http://www.jesuitas.org.co/index.php?option=com_content&view=article&id=742:el-mensaje-del-domingo-por-gabriel-jaime-perez-sj-la-epifania-del-senor-domingo-8-de-enero-de-2012&catid=60:gabriel-jaime-perez-m-sj

domingo, 1 de enero de 2012

Solemnidad de SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS - Tiempo de Navidad - Ciclo "B" 1º de Enero de 2012

1ª Lectura (Num 6, 22-27)

Lectura del libro de los Números
En aquel tiempo, el Señor habló a Moisés y le dijo: "Di a Aarón y a sus hijos: 'De esta manera bendecirán a los israelitas: El Señor te bendiga y te proteja, haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su favor. Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda la paz'. Así invocarán mi Nombre sobre los israelitas y Yo los bendeciré". Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (66)
R. Ten piedad de nosotros, Señor, y bendícenos
L. Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. /R.
L. Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia; con equidad Tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones. /R.
L. Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. /R.

2ª Lectura (Ga 4, 4-7)

Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los Gálatas
Hermanos: Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley, a fin de hacernos hijos suyos. Puesto que ya son ustedes hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama "¡Abbá!", es decir, ¡Padre! Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo, eres también heredero por voluntad de Dios. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Heb 1, 1-2)

R. Aleluya, aleluya.-En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, nos ha hablado por medio de su Hijo. R. Aleluya.

Evangelio (Lc 2, 16-21)

Lectura del santo Evangelio según san Lucas
A. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, los pastores fueron a toda prisa hacia Belén y encontraron a María, a José y al Niño, recostado en el pesebre. Después de verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel Niño y cuantos los oían, quedaban maravillados. María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón. Los pastores se volvieron a sus campos, alabando y glorificando a Dios por todo cuanto habían visto y oído, según lo que se les había anunciado. Cumplidos los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron el nombre de Jesús, aquel mismo que había dicho el ángel, antes de que el Niño fuera concebido. Palabra del Señor. A. Gloria a ti Señor Jesús.


http://homilia.org/lecturasMaMadre-deDios.html

El Mensaje del Domingo , por Gabriel Jaime Pérez, S.J., Santa María Madre de Dios, Santísimo Nombre de Jesús, Jornada Mundial de Oración por la Paz, Domingo 1 de enero de 2012

 + 1. Comenzamos el año proclamando a María Santísima como “Madre de Dios”

“Madre de Dios” es el título más importante que le ha dado la Iglesia a la Virgen María. En el año 431 d.C., el Concilio de Éfeso -ciudad situada en la actual Turquía, donde según la tradición vivió María después de haber sido encomendada por el Señor desde la cruz al cuidado del apóstol Juan- definió que ella es la Madre de Dios, porque concibió y dio a luz a Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre.

El texto de la Carta del apóstol Pablo a los Gálatas o primeros cristianos de Galacia -región también situada en la actual Turquía- (Gálatas 4, 4-7), se refiere al Hijo de Dios como “nacido de una mujer” para que también nosotros fuéramos hechos hijos del mismo Dios y pudiéramos llamarlo, movidos por el Espíritu Santo, como lo hacía Jesús: “abba”, que en arameo significa literalmente papá.

También a María el Concilio Vaticano II (1962-1965) la proclamó Madre de la Iglesia, porque al ser madre del Hijo de Dios hecho hombre, lo es espiritualmente de todos los hombres y mujeres que por el bautismo hemos sido incorporados a esta comunidad de fe como hijos de Dios. Por eso podemos decirle no sólo “Santa María, Madre de Dios”, sino también “Madre nuestra”.

 + 2. Comenzamos el año invocando el nombre de Jesús como Dios Salvador

Los bebés hebreos varones -como sigue sucediendo hoy con los judíos recién nacidos- recibían su nombre en el rito de la circuncisión a los ocho días de nacidos. Así sucedió con el Niño Jesús. Su nombre, como se explica en los relatos de anunciación a María en el Evangelio de san Lucas y a José en el de san Mateo, significa Dios salva, porque en hebreo, el nombre con el que Dios se había revelado doce siglos antes a Moisés -Yahvé, que significa Yo soy-, está contenido en el de Jesús (Yo soy el que salva).

A ejemplo de María, que como nos dice el Evangelio, “conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazón”, meditemos nosotros en lo que representa para nuestra vida el santo nombre de Jesús. Cada vez que invocamos a Dios por este nombre, afirmamos su acción salvadora que puede liberarnos de las cadenas de nuestro egoísmo, de todo lo que nos impide realizarnos plenamente como personas, si acogemos sus enseñanzas con una disposición decidida a ponerlas en práctica.

Así pues, con la actitud de las gentes sencillas que saben acoger la presencia salvadora de Dios, al invocar a Jesús como Dios mismo que nos salva renovemos nuestra fe iniciando el nuevo año en su nombre, para que la acción sanadora y santificadora de su Espíritu se realice plenamente en todos y cada uno de nosotros, en nuestros hogares y familias, en nuestros lugares de trabajo, en todos los ámbitos de nuestra vida y de nuestras relaciones humanas.

 + 3. Comenzamos el año implorando la paz como don de Dios a la humanidad

Con la evocación  del cántico de alabanza y de bendición asociado al misterio de la Navidad -“Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres que ama el Señor” (Lucas 2,13)-, que actualiza y da su pleno sentido a la fórmula bíblica de bendición del Antiguo Testamento contenida en la primera lectura (Números 6, 22-27), la Iglesia celebra en el primer día del año civil la Jornada Mundial de Oración por la Paz.

El Mensaje del Papa Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz al comenzar este día el año 2012, lleva por título “Educar a los jóvenes para la justicia y para la paz”. Con este lema el Santo Padre plantea una cuestión urgente: escuchar y valorar las nuevas generaciones en la realización del bien común, en la afirmación de un orden social justo y pacífico donde puedan ser plenamente realizados los derechos fundamentales del ser humano.

Resulta, por tanto, un deber de los padres y madres de familia, juntamente con quienes ejercen la docencia en las instituciones educativas,  colocar a las futuras generaciones en las condiciones de vivir y expresar de manera responsable la urgencia de un mundo nuevo en el que todos los seres humanos realicen la capacidad de construir una civilización de amor fraterno coherente con las exigencias de verdad, de libertad y de justicia.

Al iniciar pues este año 2012, pidámosle al Señor el don de la paz y dispongámonos a hacer lo que nos corresponde para que este don llegue efectivamente a cada uno de nosotros: paz en los corazones, desarmando nuestros espíritus; paz en los hogares, haciendo de cada familia un lugar de convivencia constructiva; paz en nuestro país y en el mundo, como fruto del reconocimiento de la dignidad y de los derechos de todas las personas y de una sincera voluntad de reconciliación. Y compartamos nuestros deseos de paz con la fórmula de bendición contenida en la primera lectura bíblica de la liturgia del 1 de enero:
El Señor  te bendiga y te guarde;

ilumine su rostro sobre ti y te sea propicio;

te muestre su rostro y te conceda la paz.-

 
gperezsj@gmail.com


http://www.jesuitas.org.co/index.php?option=com_content&view=article&id=741:-el-mensaje-del-domingo-por-gabriel-jaime-perez-sj-santa-maria-madre-de-dios-santisimo-nombre-de-jesus-jornada-mundial-de-oracion-por-la-paz-diciembre-25-de-2011&catid=60:gabriel-jaime-perez-m-sj