+ 1. La “Epifanía” es una manifestación de la universalidad del reino de Dios
La fiesta que en el lenguaje popular se conoce como de los “Reyes Magos”, cuya fecha tradicional es el 6 de enero, recibe en la Iglesia el nombre oficial de Epifanía del Señor, y en Colombia, como también en otros países, viene desde hace algún tiempo celebrándose litúrgicamente el domingo que le sigue al primer día del año civil.
El vocablo griego epi-fanía significa “super-manifestación”, y la liturgia lo aplica a Jesús para expresar que en Él se manifiesta el cumplimiento de la promesa de un Mesías que vendría al mundo para establecer el reinado de Dios, y que iba a ser reconocido como Señor por todas las naciones.
Así lo había predicho el libro de Isaías unos cinco siglos antes en el texto bíblico de la primera lectura (Isaías 60, 1-6), de acuerdo con el sentido más profundo del Salmo 72 (71), que se recitaba en la ceremonia de entronización de los reyes descendientes de David. Y este mismo es el sentido de lo que dice el apóstol san Pablo en la segunda lectura, tomada de su carta a los primeros cristianos de la ciudad Éfeso en el Asia Menor -actualmente la nación de Turquía- (Efesios 3, 2-6), al referirse a los “gentiles” -es decir, los que no pertenecen a la raza judía- como igualmente destinatarios de la acción salvadora de Dios en persona por medio de su Hijo Jesucristo.
+ 2. El significado de los “Magos de Oriente” y la estrella que los guía
El texto del Evangelio (Mateo 2, 1-12) no es un relato estrictamente histórico. Pertenece a un género literario llamado en hebreo midrash: una narración con el fin de presentar una enseñanza. El relato evangélico, que no dice que eran reyes, ni que eran magos ni que eran tres (aunque tres son los dones que ofrecen), ni cuáles eran sus nombres, razas o nacionalidades (aunque se indica que eran unos sabios que venían de Oriente), consiste en una invitación a reconocer la epi-fanía o super-manifestación del inicio del reinado universal de Dios en la tierra desde el comienzo de la vida humana de Jesús.
Los nombres de Gaspar, Baltasar y Melchor, mencionados en un Evangelio apócrifo (no reconocido oficialmente por la Iglesia), escrito en el siglo II d.C. y atribuido al apóstol Bartolomé, aparecieron en un Códice de la Biblioteca de París, entre los siglos V y VII después de Cristo. Sus distintas razas fueron atribuidas en el siglo XVI, en relación con los hijos de Noe: Sem, antepasado originario de los asiáticos, es representado por Gaspar; Cam, antepasado originario de los africanos, es representado por Baltasar; y Jafet, antepasado originario de los europeos, es representado por Melchor.
La estrella se ha explicado de diferentes maneras. El gran científico Johannes Keppler dijo en 1606 que fue un fenómeno astronómico debido a la conjunción de la Tierra con Saturno y Júpiter. Para la Iglesia, más allá de las especulaciones astronómicas, se trata de la luz divina que guía a todos los pueblos para que reconozcan en Jesús al Señor del universo.
+ 3. El significado de los dones ofrecidos a Jesús
Además de anunciar simbólicamente lo que ocurriría en el transcurso posterior de la historia de la humanidad, cuando los poderosos y los sabios de este mundo se postrarían para reconocer y adorar en el humilde niño Jesús al Rey del Universo, los dones de oro, incienso y mirra han sido interpretados como signos respectivamente de la realeza, la divinidad y la humanidad de Jesús.
En efecto, con el oro mostraban los reyes su soberanía, con el incienso se expresaba la adoración a Dios, y la mirra se empleaba en los ritos funerarios orientales para embalsamar los cuerpos, con lo cual se simboliza la humanidad mortal de Jesucristo).
Acojamos la enseñanza que nos trae el relato simbólico de la Epifanía, siguiendo como los sabios la estrella que nos conduce a reconocer en Jesús al Señor de nuestras vidas, abriéndole nuestros corazones para ofrecerle todo lo que somos y tenemos, de modo que Él reine de verdad en cada uno de nosotros y en los ambientes en los que transcurre nuestra existencia.-
gperezsj@gmail.com
http://www.jesuitas.org.co/index.php?option=com_content&view=article&id=742:el-mensaje-del-domingo-por-gabriel-jaime-perez-sj-la-epifania-del-senor-domingo-8-de-enero-de-2012&catid=60:gabriel-jaime-perez-m-sj
La fiesta que en el lenguaje popular se conoce como de los “Reyes Magos”, cuya fecha tradicional es el 6 de enero, recibe en la Iglesia el nombre oficial de Epifanía del Señor, y en Colombia, como también en otros países, viene desde hace algún tiempo celebrándose litúrgicamente el domingo que le sigue al primer día del año civil.
El vocablo griego epi-fanía significa “super-manifestación”, y la liturgia lo aplica a Jesús para expresar que en Él se manifiesta el cumplimiento de la promesa de un Mesías que vendría al mundo para establecer el reinado de Dios, y que iba a ser reconocido como Señor por todas las naciones.
Así lo había predicho el libro de Isaías unos cinco siglos antes en el texto bíblico de la primera lectura (Isaías 60, 1-6), de acuerdo con el sentido más profundo del Salmo 72 (71), que se recitaba en la ceremonia de entronización de los reyes descendientes de David. Y este mismo es el sentido de lo que dice el apóstol san Pablo en la segunda lectura, tomada de su carta a los primeros cristianos de la ciudad Éfeso en el Asia Menor -actualmente la nación de Turquía- (Efesios 3, 2-6), al referirse a los “gentiles” -es decir, los que no pertenecen a la raza judía- como igualmente destinatarios de la acción salvadora de Dios en persona por medio de su Hijo Jesucristo.
+ 2. El significado de los “Magos de Oriente” y la estrella que los guía
El texto del Evangelio (Mateo 2, 1-12) no es un relato estrictamente histórico. Pertenece a un género literario llamado en hebreo midrash: una narración con el fin de presentar una enseñanza. El relato evangélico, que no dice que eran reyes, ni que eran magos ni que eran tres (aunque tres son los dones que ofrecen), ni cuáles eran sus nombres, razas o nacionalidades (aunque se indica que eran unos sabios que venían de Oriente), consiste en una invitación a reconocer la epi-fanía o super-manifestación del inicio del reinado universal de Dios en la tierra desde el comienzo de la vida humana de Jesús.
Los nombres de Gaspar, Baltasar y Melchor, mencionados en un Evangelio apócrifo (no reconocido oficialmente por la Iglesia), escrito en el siglo II d.C. y atribuido al apóstol Bartolomé, aparecieron en un Códice de la Biblioteca de París, entre los siglos V y VII después de Cristo. Sus distintas razas fueron atribuidas en el siglo XVI, en relación con los hijos de Noe: Sem, antepasado originario de los asiáticos, es representado por Gaspar; Cam, antepasado originario de los africanos, es representado por Baltasar; y Jafet, antepasado originario de los europeos, es representado por Melchor.
La estrella se ha explicado de diferentes maneras. El gran científico Johannes Keppler dijo en 1606 que fue un fenómeno astronómico debido a la conjunción de la Tierra con Saturno y Júpiter. Para la Iglesia, más allá de las especulaciones astronómicas, se trata de la luz divina que guía a todos los pueblos para que reconozcan en Jesús al Señor del universo.
+ 3. El significado de los dones ofrecidos a Jesús
Además de anunciar simbólicamente lo que ocurriría en el transcurso posterior de la historia de la humanidad, cuando los poderosos y los sabios de este mundo se postrarían para reconocer y adorar en el humilde niño Jesús al Rey del Universo, los dones de oro, incienso y mirra han sido interpretados como signos respectivamente de la realeza, la divinidad y la humanidad de Jesús.
En efecto, con el oro mostraban los reyes su soberanía, con el incienso se expresaba la adoración a Dios, y la mirra se empleaba en los ritos funerarios orientales para embalsamar los cuerpos, con lo cual se simboliza la humanidad mortal de Jesucristo).
Acojamos la enseñanza que nos trae el relato simbólico de la Epifanía, siguiendo como los sabios la estrella que nos conduce a reconocer en Jesús al Señor de nuestras vidas, abriéndole nuestros corazones para ofrecerle todo lo que somos y tenemos, de modo que Él reine de verdad en cada uno de nosotros y en los ambientes en los que transcurre nuestra existencia.-
gperezsj@gmail.com
http://www.jesuitas.org.co/index.php?option=com_content&view=article&id=742:el-mensaje-del-domingo-por-gabriel-jaime-perez-sj-la-epifania-del-senor-domingo-8-de-enero-de-2012&catid=60:gabriel-jaime-perez-m-sj
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